¿Fe en el “shopping” en Chile?; Villa Montaña—Phillipe de Reiset; José Tomás—Alfredo Adame, toreros memorables, y el actor Diego Luna y los dramas
Sí, Los malls en Chile, texto/investigación del sociólogo Rodrigo Salcedo, indica que varios escritores aceptan que el mall (centro comercial, ¿ustedes saben que significa esto: money plus money plus money?, ¿o no?) es un reemplazo de las plazas públicas/clubes como sitio de reunión/concentración social. Mire, querido lector, el público actual acepta las diferencias culturales en estos espacios. Al contrario, de lo que muchas veces pasa en plena calle, allí conviven personas de diversos niveles socioeconómicos, tribus urbanas, estudiantes y diferentes entidades sexuales, ¡sin que nadie observe nada extraño! Es como una curiosa alternativa de espacio en el interior de una metrópoli con oportunidades limitadas. Por ende, en Chile (mayormente en México, Antara, Costco, Chedraui, Sam’s Club, Plaza Carso, Parque Delta, Centro Coyoacán, Patriotismo, etcétera) existen tres millones de metros cuadrados ocupados por enormes galerías comerciales, que visitan alrededor de 27/30 millones de personas al mes.
Es el espacio que los chilenos escogen para aprovechar las rebajas, alimentarse, conocer, y ¿conquistar a su polola o noviecita, pasar el domingo con la familia y hasta terminar con su vida? Sólo uno de los 79 centros comerciales registró media docena de suicidios en poco más de once meses. Cencosud triunfó en Santiago de Chile, Buenos Aires, Río de Janeiro. Cencosud fue fundada por Horst Paulmann, quien emigró de Alemania tras la II Guerra Mundial. La institución se forjó una imagen de solidez y formalidad germánicas.
Villa Montaña, ¿refugio de jettseters, artistas, intelectuales?
Es el resort-boutique de Morelia por excelencia, gracias a la visión del conde francés Phillipe de Reiset, que me ha invitado al espacio en varias ocasiones. Y en realidad, concuerdo con Héctor León (valiosos apuntes de Jorge Luis Borges, Grass, Ginsberg, Heaney y otros, que estuvieron alojados), porque en una ocasión gracias a Justo Molachino, hice amistad con Borges aquí en México, y me acuerdo que, cuando visitó Morelia y el Villa Montaña, apuntó “este sitio huele a toda clase de rosas”.
Homero Aridjis, uno de nuestros intelectuales de prosapia, que había sido el director del Festival Internacional de Poesía de Morelia, escogió el Villa Montaña, lugar icónico que se posa en la hermosa Loma de Santa María, de donde uno puede observar la hermosa ciudad de Morelia.
En la mencionada loma, antiguo barrio bohemio, escondite de artistas, maestros, estudiantes, que presentaron servicios al Festival de Poesía, y a muchos de todos nosotros; nos tocaba enviar por telefax nuestras notas de prensa cultural/turística. Mire, en el Villa Montaña, todos los árboles y plantas, me hacen recordar ¿el jardín del Edén?, a lo que huele el fuego y que me hace recordar su hermoso y singular spa, que tiene 10 años de vida. Allí, el chef guerrerense José Manuel Gómez se cubre de gloria todos los fines de semana, al servir varios platillos exquisitos. Cambia menú dos veces al año, pero la gastronomía es, esencialmente, michoacana. Reiset es un hombre singular, culto, observador y amante de la historia de México.
Heriberto Murrieta y su prosapia taurina
Mi amigo Heriberto Murrieta, que narra las corridas de toros como dictar los mejores versos de Machado en narraciones, conferencias o entrevistas, admirador de Jacobo Zabludovsky y de mi primo Chucho Solórzano Pesado, hijo del rey del Temple, Jesús Solórzano Dávalos, reconoce que los dos mejores toreros del momento son José Tomás y Joselito Adame. A él le gustaría que la Plaza México estuviera llena a tope en cualquier temporada. La gente, sobre todo los críticos taurinos de banqueta, opinan que, tarde o temprano, desaparecerán las corridas de toros.
Me gusta lo que apunta Murrieta: “La locura colectiva que destacan las faenas de los mejores toreros del orbe, se diluye lamentablemente en las repeticiones de televisión”. Tiene razón. Es como ir a museo y mirar las mejores pinturas/esculturas de la historia. ¿Por qué?: no es lo mismo, mirarlas físicamente, que verlas por Internet. Estoy de acuerdo con él en que El Zotoluco es un torero con oficio, pero Enrique Ponce, El Juli y otros diestros comen aparte.
Luna, Carmen Beatriz López Portillo Romano y Octavio Paz
Para terminar esta entrega, me refiero a algunos apuntes de tres grandes personajes. El primero, Diego Luna, que matiza que el cine mexicano vive un memorable momento. Logros como los de Salma Hayek, Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu, Chivo Lubieski, Gael García Bernal, Diego Luna, Kate del Castillo, Jaime Camil, entre otros, en eventos como los Oscares/Globos de Oro o premios europeos, no reflejan tanto la fortaleza del sector, “como un pulso recreativo individual” azuzado –en buena medida– por la violencia que vive México. Luna añade que “lo que tenemos que asimilar en el día a día, es brutal, y tenemos necesidad de vomitarlo”. Y tiene razón al indicar que por números, no se puede hablar de “un momento”, sin representar un importante por ciento del cine que ven los mexicanos. Ahora le toca su turno a mi gran amiga la maestra Carmen Beatriz López Portillo Romano, que presenta –en estos días— un informe de la Universidad del Claustro Sor Juana. Para despedirme, informó que las sesiones del curso 5 veces Octavio Paz se impartirán desde este mes hasta junio, en la Fundación Miguel Alemán, que dirige Alejandro Carrillo Castro. Si le interesan las conferencias, pueden hablar al 19462200 (exts. 100, 132 y 176). El curso lo impartirá el maestro José Luis Ibáñez. Y hasta la próxima, ¡abur!