La riña en el penal de Topo Chico, en Nuevo León, donde fallecieron 49 reos, se da a seis días de que el papa Francisco ofrezca una misa en el Centro de Readaptación Social (Cereso) en Ciudad Juárez, donde estarán 800 internos para escucharla, además de 300 empleados y familiares.
El Cereso 3, en Ciudad Juárez, tiene capacidad para dos mil internos, pero en su interior albergaba a dos mil 768 personas recluidas al 31 de diciembre de 2014, esto según datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Por su sobrepoblación e ingobernabilidad, hace unos años era considerado como uno de los más violentos y peligrosos del mundo.
La visita del Papa a este centro penitenciario se da en el contexto del Año Jubilar de la Misericordia, siendo una obra de misericordia la de visitar a los encarcelados para que, sin importar que hayan cometido un delito, sigan sintiendo el cobijo de la comunidad católica y el amor de Dios, según dice la doctrina de esa religión.