La mayoría de los miles de fieles católicos que se dieron cita en el Zócalo capitalino para ver al Papa Francisco, quien recibió las llaves de la ciudad del gobierno capitalino y quien firmó el libro como huésped distinguido, se retiraron rápidamente poco después de que el Pontífice ingreso a la Catedral metropolitana para reunirse con los obispos mexicanos.
Sólo quedaron un par de miles escuchando el mensaje que Francisco da a la jerarquía católica, que se puede escuchar y ver desde las pantallas colocadas en el Zócalo.
En tanto, personal del gobierno de la ciudad de México aprovechó para regalar imágenes tamaño natural del papa Francisco, con la leyenda “Bienvenido papa Francisco. La CDMX es tu casa”. (Con información de Alejandro Suárez)