El papa Francisco obsequió hoy al presidente de México, Enrique Peña Nieto, un mosaico que representa la imagen de la Virgen de Guadalupe, obra de artistas de El Vaticano.
Durante la visita de cortesía realizada por el Pontífice en el Palacio Nacional, de esta ciudad, y tras un coloquio privado en el Estudio Presidencial, ubicado en el tercer piso del edificio, tuvo lugar el intercambio de regalos.
Según informó la sede de la Iglesia católica, el mosaico compuesto por miles de pequeños vidrios colorados, quiso igualar lo mejor posible la tonalidad de la tilma original que se conserva en la Basílica de la Ciudad de México.
Los esmaltes polícromos fueron aplicados con estuco oleoso sobre una base metálica. El estuco a base de lino y polvo de mármol tiene la misma composición de aquel que era utilizado en siglos pasados y que servía para aplicar los mosaicos en la Basílica de San Pedro.
En la realización de la obra se usaron la técnica de los esmaltes cortados y la técnica de los esmaltes hilados, ambas características distintivas de las producciones del Estudio del Mosaico Vaticano.
Con esta última técnica, inventada en la segunda mitad del Siglo XVIII, todas las diversas tonalidades de color se obtienen mezclando los esmaltes de vidrio a muy elevadas temperaturas.
Las estrellas del manto de la Virgen de Guadalupe, colocadas sobre un fondo azul, fueron realizadas con un material especial en el cual una finísima lámina de oro de 24 quilates ha sido sellada entre dos estratos de vidrio que la protegen.
El regalo del Papa Francisco al Presidente de México @EPN . #PapaEnMex pic.twitter.com/SbEjPsXEJy
— Fr. Manuel Dorantes (@TweetingPriest) febrero 13, 2016
La entrega de obsequios fue uno de los momentos más destacados de la ceremonia de bienvenida al papa Francisco, quien tras un recorrido en el papamóvil por las calles de la ciudad fue recibido en el Patio de Honor del Palacio por el presidente, quien lo acompañó hasta el podio.
Una vez allí ambos escucharon los himnos de México y El Vaticano, asistieron a un saludo a la bandera y a la presentación de las dos delegaciones.
De allí ambos subieron al estudio presidencial donde dialogaron en privado, mientras en una sala contigua tuvo lugar un encuentro bilateral entre algunos miembros de la delegación pontificia y las correspondientes autoridades del gobierno mexicano.
Tras la conversación se tomaron las fotos oficiales y se pasó a una presentación de la familia del mandatario.