En una semana de gran dinamismo, los mercados financieros globales lograron un “pequeño respiro” el viernes, en un marco de movimientos erráticos en lo que va de 2016. Las bolsas en Estados Unidos acumulan bajas de entre 8 y 13%, mientras que la de México ajusta un 1.31% en términos nominales y de 10.21% en términos de dólares.

 

El peso mexicano registra una depreciación hasta el momento de casi 10%, después de alcanzar el dólar niveles máximos históricos de 19.44 pesos el 11 de febrero, en momentos en que se empieza a cuestionar “la rentabilidad” en el mercado de dinero para “la tenencia de extranjeros”. Sabemos que existen más de cien mil millones de dólares en posición de extranjeros, de los cuales alrededor de 65% se ubica en bonos gubernamentales. Estos bonos por ejemplo, tienen cupones con rendimientos que están entre 4.5 y hasta 10%, por lo que aún en 2015 estos rendimientos lograron sobreponerse a depreciaciones cambiarias del peso mexicano.

 

Sin embargo, en tan sólo mes y medio el peso mexicano ha perdido 10% y enciende las luces “amarillas” de que las posiciones de extranjeros empiecen a cuestionarse si se mantienen en estos instrumentos o empiezan a buscar salidas hacia otros mercados internacionales. Pensar en una reducción de 5 a 10% de extranjeros implicaría una demanda de cuando menos 5,000 millones a 10,000 millones de dólares que seguramente dará “dolores de cabeza” al Banxico y a la Comisión de Cambios. Por ello, es muy probable que en el muy corto plazo tengamos noticias de nuevas medidas que ayuden a mitigar la presión sobre el peso mexicano en lo que se refiere a la tarea interna que se tiene que hacer junto con el gobierno federal.

 

En el ámbito internacional, el movimiento de divisas ha sido muy brusco en las últimas semanas, especialmente al ver una apreciación acelerada del euro y el yen frente al dólar. Seguramente veremos “un momento de respiro”, pero es muy probable que la actividad de los bancos centrales genere acciones adicionales en este primer trimestre del año.

 

Los precios del petróleo lograron reaccionar 11% en la sesión del viernes tras alcanzar casi sus niveles mínimos desde 2003. El promedio móvil de las últimas tres semanas va en ascenso y junto con la caída del número de plataformas en Estados Unidos ayudará a tener muy probablemente mejores condiciones en el corto plazo.

 

Así, los mercados respiran pero la incertidumbre global prevalece y la volatilidad seguirá vigente. De acuerdo con los movimientos recientes, esperaríamos cierto sesgo a una “recuperación al menos temporal” en los mercados. Sin embargo, la desaceleración de China, de Japón, de Estados Unidos y el tema petrolero seguirán incidiendo.

 

¿Realmente habrá un pronto acuerdo entre los miembros y no miembros de la OPEP para reducir la producción diaria de crudo? Irán y Arabia Saudita jugarán un papel relevante en esta decisión junto con Rusia.

 

Las pymes, en medio de esta volatilidad

 

Sabemos que existen más de 5.6 millones de establecimientos que generan alrededor de 30 millones de empleos, de los cuales los servicios no financieros y el comercio representan casi 75%. Estas empresas enfrentan hoy la necesidad de ajustar precios ante el aumento en los insumos originado por la depreciación del peso. Ahora, el entorno se vuelve más difícil y sensible ante el riesgo de un aumento en las tasas de interés domésticas y de la inflación que pueda ajustar aún más la rentabilidad de estos negocios.

 

La necesidad de crecer y de ser rentables pondrá a prueba el crecimiento del empleo al ritmo que hasta ahora mantenía. Es muy probable que éste disminuya en los siguientes meses, en espera de ver si la dinámica del consumo interno se mantiene o en el segundo semestre da un giro a un menor crecimiento.