SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS. El papa Francisco clamó porque la sociedad pida perdón por los abusos cometidos a los pueblos indígenas, los cuales han sido víctimas de despojos, pobreza y exclusión. Esta acción de reflexión no sólo es por cuestiones de moral, sino porque con estas injusticias hay consecuencias negativas para el medio ambiente.

 

En la misa, el Pontífice condenó el despojo y contaminación a las tierras de los pueblos indígenas perpetrados por personas “mareadas por el poder, el dinero y las leyes del mercado”, Instó a hacer un examen de conciencia y aprender a decir “o Perdón!”.

 

“El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita”, clamó ante miles de indígenas de México y Centroamérica, quienes abarrotaron los campos del Centro Deportivo Municipal de esta ciudad.

 

En su sermón, Francisco clamó porque la sociedad pida perdón por los abusos cometidos a los pueblos indígenas, los cuales han sido víctimas de despojos, pobreza y exclusión. Esta acción de reflexión no sólo es por cuestiones de moral, sino porque con estas injusticias hay consecuencias negativas para el medio ambiente.

 

“Muchas veces, de modo sistemático y estructural, sus pueblos han sido incomprendidos y excluidos por la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones. Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban“.

 

¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ‘¡Perdón!’ El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte los necesita a ustedes”, dijo en su homilía en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, entidad donde uno de cada tres habitantes es indígena.

 

 

 

 

Durante la celebración religiosa, se leyeron los pasajes de la biblia en diferentes lenguas originarias, así la primera lectura fue en ch’ol, en el salmo se combinó español y el tzotzil, y el evangelio fue en tzeltal.

 

Esta idea de explotación, añadió el líder de la iglesia católica, lleva consigo un gran problema ambiental, pues vivimos tiempos donde la ambición y dureza de corazón se manifiestan en enfermedades en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes, y lo peor, que son los pobres quienes viven en esos lugares contaminados.

 

“El desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanos, nos impactan a todos y nos interpelan. Ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia”, comentó.

 

Frente a este panorama de explotación, el obispo de Roma llamó a los jóvenes a no perder los sueños de un mundo más justo, tal como lo hizo el pueblo de Israel hace miles de años en Egipto, pues Dios siempre escucha a los desvalidos y tarde o temprano les tiende la mano para sacarlos del infortunio.

 

“En el corazón del hombre y en la memoria de muchos de nuestros pueblos está inscrito el anhelo de una tierra, de un tiempo donde la desvalorización sea superada por la fraternidad, la injusticia sea vencida por la solidaridad y la violencia sea callada por la paz”, añadió ante miles de creyentes, indígenas y mestizos, en la misa celebrada en la unidad deportiva de San Cristóbal.

 

Por eso, el Papa llamó a los jóvenes a detener el paso apabullante de la cultura que quiere suprimir a los pueblos originarios, y una buena solución es escuchar la sabiduría de los ancianos para no perder el conocimiento de las generaciones pasadas.

 

Misa llena de música y color

Tras arribar en helicóptero al Centro Deportivo Municipal de San Cristóbal de las Casas y recorrer el lugar en papamóvil saludando a los miles de feligreses ahí reunidos, Francisco llegó al templete creado como una réplica de la Catedral de San Cristóbal, para oficiar una misa multitudinaria.

 

En el lugar se reunieron miles de indígenas de etnias de todo el país e incluso de naciones centroamericanas.

 

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Foto: REUTERS

 

 

Músicos de la famosa Marimba Nandayapa, algunos vestidos con trajes regionales, tocaron sus instrumentos e integrantes del coro entonaron cánticos religiosos, en tanto que el sonido local los invitó a a recogerse para la celebración.

 

También se contó con la participación de las Hermanas Díaz, quienes le dedicaron al pontífice Iglesia Bonita. La canción principal para el líder de la Iglesia católica es Lek Milatalxa que en tzotzil significa: Que bueno que llegaste.

 

En la misa también participan los indígenas tzotziles que componen el mariachi de Tenajapa y los coros de mixes procedentes de Oaxaca. (Con información de Notimex)