MADRID. Esperanza Aguirre, una prominente dirigente de la formación de centroderecha que gobierna en España, dimitió en el marco de una investigación en torno a la supuesta financiación ilegal del Partido Popular (PP).

 

La política de 63 años –una de las personalidades españolas más controvertidas de las dos últimas décadas– fue ministra de Cultura durante el Gobierno de Jose María Aznar (1996-99), presidenta del Senado (1999-2002) y presidenta de la región de Madrid (2003-12).

 

Hace unos días agentes de la Guardia Civil española entraron en la sede del PP de Madrid, del que Aguirre ha sido presidenta hasta hoy, en busca de pruebas sobre la supuesta financiación ilegal del partido.

 

Aguirre dijo entonces que no le constaba que hubiera ese tipo de financiación, aunque hoy, en una improvisada rueda de prensa, dijo que las noticias publicadas en los últimos días resultan tan graves que ella prefiere dimitir de su responsabilidad al frente del PP madrileño, que dirigió desde 2004.

 

En su comparecencia Aguirre afirmó que “la gente quiere gestos” y su obligación es “asumir” su responsabilidad política, aunque explicó que no tiene “ninguna responsabilidad material”, ni puede “estar encausada en nada”.

 

Entre los investigados en la actual operación policial figura el exgerente del PP madrileño Beltrán Gutiérrez, todavía empleado del partido y persona de la máxima confianza durante años de Aguirre.

 

Mujer acostumbrada a opinar de todo con total libertad, Aguirre ha sido muy apreciada por los conservadores españoles pero también ha tenido rivales dentro de su propio partido.

 

La relación no era especialmente fluida con el presidente del PP y del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, con quien Aguirre ha discrepado abiertamente en varias ocasiones y a quien ha amagado con disputar el liderazgo del partido en 2008.

 

El PP madrileño ha sido en los últimos años motivó de investigación por la existencia de tramas corruptas, en especial a nivel local, con cargos municipales que recibían comisiones de empresarios y que son investigadas por la Justicia.

 

La propia Aguirre tuvo en su gobierno regional a dos consejeros investigados: el de Deportes, Alberto López Viejo y el de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, que fue segundo del PP madrileño y que está en la cárcel desde finales de 2014 por corrupción.