Llega el Papa Francisco, con todo y sus famosos papamóviles. En nuestro país usará cinco, dos Jeep Wrangler y tres camionetas Dogde Ram, que fueron fabricadas en México y que a petición del Vaticano, no tienen lujos ni serán blindadas. Nada que ver con los carrazos de algunos jerarcas de la iglesia católica en el país, que no predican con el ejemplo y traen bólidos alemanes de todo lujo.

 

También a petición del Vaticano, los “mexican-papamóviles” serán descubiertos de los lados. Solo esperemos que el chofer no le acelere mucho en las curvas, por aquello de que las Ram y los Wrangler no son los más estables del mercado. Y por supuesto que tendrán placas, SCV 1, aunque seguramente no será fotomultado, y no por la protección del Señor, sino porque la velocidad a la que recorrerá alrededor de 222 kilómetros en la ciudad será menor a 50 km.

Foto: EFE

 

Hablando de papamóviles que sí están bonitos, en la comitiva de México regresan los Fiat 500L, modelo usado en su gira por Estados Unidos.

 

Lo cierto es que a diferencia de otros Papas, Francisco ha optado por vehículos menos ostentosos, no necesariamente más eficientes, pues el Wrangler tiene un motor V6 y las camionetas Ram son de ocho cilindros. Ahora que una de sus causas es el cambio climático, Francisco debería revolucionar la historia del papamóvil hacia uno acorde a los nuevos-contaminados-tiempos.