El titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong reconoció que la riña en el penal de Topo Chico que dejo un saldo de 49 muertos representó una alerta para revisar el resto de las prisiones de México, lo cual, dijo, exige una transformación profunda, y una inversión enorme.
Entrevistado tras la firma de la carta universitaria por los Derechos Humanos, el encargado de la política interior del país aseguró que desde el inicio de la administración se ha hecho una “evaluación exacta” de cómo está el sistema penitenciario en el país, y a propósito recordó que hay una discusión pendiente en el Senado que busca una reforma en materia de inversión.
Aunque en el caso particular de los hechos ocurridos el jueves pasado en el penal ubicado en Monterrey, Nuevo León, Osorio Chong rechazó echar culpas, refirió que “sin lugar a dudas ahí hubo colusión o acciones que desde las autoridades locales, me refiero del propio Cereso, dejaron que sucedieran estos hechos tan lamentables”.
Pese a ese evento, el funcionario federal señaló que, durante las reuniones regionales de seguridad, uno de los temas que se aborda siempre es la revisión de todos los penales estatales, por lo cual se han podido disminuir el número de fugas.
“Hemos venido aligerando el problema que se tiene en estos Ceresos, los hemos llevado a los federales, hoy no hay sobrepoblación en los Ceferesos. No la hay hoy. Hace tres años había sobrepoblación en por lo menos cinco. Y concluimos prácticamente ya todos, los que nos dejaron en pendiente de la administración pasada, que fueron bastantes”.
De acuerdo con el Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2014, hasta ese año, más de 300 penales estatales y siete centros federales tenían sobrepoblación, de los cuales 241 centros locales y cuatro Ceferesos registraron niveles “críticos de hacinamiento”.