MIAMI. El exilio cubano se mostró contra el anunciado viaje a Cuba del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al considerar que supone una concesión al gobierno de la isla, legitima su imagen a nivel internacional y no representará un beneficio para el pueblo cubano.
“Lamentablemente no va a ir a Cuba a festejar la libertad del pueblo cubano, sino a validar la dictadura militar de los Castro“, dijo a Efe Silvia G. Iriondo, presidenta de Madres y Mujeres contra la Represión (MAR).
También en unas declaraciones a Efe, Orlando Gutiérrez, del Directorio Democrático Cubano, señaló que su organización está en contra del viaje, pues desde que a fines de 2014 se anunció la normalización de las relaciones entre EU y Cuba “no ha habido ningún cambio significativo” en lo que se refiere a la libertad y los derechos de los cubanos.
En varios mensajes en su cuenta de Twitter, Obama dijo que durante su visita a La Habana los días 21 y 22 de marzo abordará “directamente las diferencias” que existen todavía entre los dos Gobiernos y promoverá “el progreso y los esfuerzos que pueden mejorar la vida de los cubanos“.
Sin embargo, Iriondo dijo que el gobierno de Cuba no ha respondido de manera recíproca a los “pasos unilaterales” dados por la administración de Obama, como la retirada de Cuba de la lista de países que amparan a terroristas.
En términos también contundentes se expresó José Basulto, fundador de Hermanos al Rescate, que señaló que la visita de Obama es una “canallada” y una “ofensa” a la democracia.
Y el presidente del Movimiento Democracia, Ramón Saúl Sánchez, denunció que esta visita no servirá de nada si continúa la misma “vieja” política “detestable” de EU de apoyar dictaduras en Latinoamérica, aunque en este caso se trate de un régimen de izquierdas.
Con su viaje a La Habana, opinó Sánchez, Obama “avala” la imagen internacional del Gobierno cubano y la trata como si de una democracia se tratase.
Todos ellos destacaron que la represión y la violencia contra los opositores se ha mantenido, sino aumentado, en Cuba desde diciembre de 2014, cuando se anunció un proceso para el restablecimiento de las relaciones bilaterales.
“Se necesitan verdaderas reformas democráticas en Cuba, no las reformas cosméticas” que ha emprendido Raúl Castro, subrayó la presidenta de MAR.
Para Gutiérrez, el viaje de Obama a Cuba obedece a un “empecinamiento por demostrar que su plan ha tenido algún tipo de éxito”, que “este tipo de diplomacia produce resultados”, cuando es lo contrario, dijo.
Basulto calificó de “vergonzoso” que Obama vaya a ser el primer presidente estadounidense en ejercicio que viaja a la isla en 88 años y lo haga sin consultar al Congreso de EU y a una comunidad cubana “muy herida durante años por el régimen”.
En su opinión, nada “útil” puede salir de este viaje, toda una “traición a los verdaderos intereses del pueblo de Cuba“, más allá de “algo de comida en el corto plazo” y acusó al Gobierno de EE.UU. de mantener a los Castro en el poder.
Algo más optimistas se mostraron Ramón Saúl Sánchez y el escritor y periodista Carlos Alberto Montaner, que anticiparon posibles resultados “fructíferos” si Obama se reúne de manera pública con la disidencia.
Montaner dijo tener informaciones de que esa reunión con los opositores se realizará, a pesar de que el régimen cubano intentó evitarlo de manera infructuosa.
En su opinión, este viaje dará “resultados, pero muy a largo plazo”, aunque dudó de que Obama vaya a lograr en el corto una mejoría de los derechos humanos y civiles en la isla a través de mejores relaciones diplomáticas con La Habana.
Además, dijo Sánchez, durante el viaje, el presidente de EU debería hablar sobre los balseros, la “reunificación de la familia cubana”, el “derecho al retorno a los que piensan diferente” y un proceso de elecciones libres, que debería incluir la existencia de prensa libre y partidos políticos.
“Pedimos que más de un año después de que se conectase con el régimen empiece a hacerlo con el pueblo cubano, pero está por verse, y por eso la gente se está marchando de la isla a borbotones”, dijo Sánchez.
Montaner apuntó que para mejorar la situación de los derechos humanos primero debe haber “voluntad” por parte de los hermanos Castro y no hay “síntomas” de que pueda ser así, pues, afirmó, se siguen manteniendo las “palizas” a los disidentes.
El reconocido analista consideró un error de cálculo de Obama que el viaje se realice en marzo y no en abril, después del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, previsto del 16 al 19 de ese mes, y en el que, opinó, Fidel Castro va a “garantizarse” la “línea de permanencia de la revolución“.