NAIROBI. A las imposibles curvas de Barbie siempre le han sentado bien los vestidos, las minifaldas y ahora, gracias a una joven nigeriana, también arrasa con el velo islámico. No es que Haneefah Adam quiera jugar a las muñecas, lo que pretende es enterrar prejuicios.
“Hijarbie”, la primera Barbie musulmana, cuenta ya con cerca de 40 mil seguidores solo dos meses después de que esta farmacéutica de 24 años abriera una cuenta en Instagram.
“Quiero inspirar a otras chicas, popularizar el hiyab, corregir malentendidos“, explica a Efe.
Pese a que nunca tuvo una Barbie cuando era pequeña, Adam ha revolucionado el look de la muñeca estadunidense ocultando su habitual melena californiana bajo velos de colores o estampados florales y escoceses.
“Como nunca había visto una muñeca con hiyab, decidí hacerla yo misma. La mayor parte del vestuario se inspira en la forma en que las musulmanas vestimos todo el tiempo”, explica.
Heading to an award show somewhere #hijarbiestyle
Una foto publicada por Mini Hijab Fashion! (@hijarbie) el
La nigeriana se prepara para comercializar las primeras muñecas con atuendo musulmán, mientras su perfil en la red social acumula centenares de elogios, sugerencias, y algunas críticas.
“Si estás haciendo una Barbie diversa, si quieres hacer un alegato, Barbie necesita representar realmente su cultura, necesita ser negra o parecer negra. Tu muñeca parece una blanca normal con otro vestido”, le reprocha Veralynne1, una de sus seguidoras.
Adam aclara que, simplemente, ha comprado las Barbie que tenía a su alcance (rubias y de ojos azules, muy populares en Nigeria pese su aspecto rotundamente occidental) y que ya ha encargado otras muñecas negras.
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A esas mujeres de otras religiones y más parecidas a sus Barbies que interpretan que llevar velo es una señal de sumisión al hombre, la diseñadora les dice que “deberían informarse y terminar con esas ideas equivocadas”.
“No estamos oprimidas, es nuestra elección”, defiende.
Como tantas otras chicas que viven en Nigeria, uno de los países con mayor número de musulmanes de África Occidental, Adam lleva el velo cada día, forma parte de su “identidad” y asegura que si se lo quitara “no sería la misma”.
“El hiyab significa recordarte que cada día es una lucha, una lucha que lleva a la felicidad eterna”, escribe “Happycrankyfatty” en el perfil de “Hijarbie”.
Popular desde siempre entre las mujeres musulmanas, el velo está ahora más de moda si cabe gracias a diseñadoras, blogueras y “hiyabis” como la británica Habiba da Silva o la somalí Ugaaso Abukar Boocow, que han convertido en esta prenda en un accesorio que marca tendencia y crea estilo.
“Antes te desanimaban a llevar velo. Ahora cada vez más mujeres lo están incorporando para ir a la moda”, subraya Adam.
La moda, o quizás la evolución de las sociedades, ha llevado a aquella Barbie primigenia que se lanzó al mercado en 1959 enfundada en un discreto bañador de estampado de cebra a ocultar su cuerpo inverosímil de pies a cabeza en su primera versión musulmana.
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En las fotos de Adam, el velo da personalidad a un vestuario que difumina las curvas femeninas y reduce su exposición a un rostro maquillado y a la punta de los pies que asoman bajo una larga falda.
Una nueva generación de niñas está abocada así a transformar el rito ancestral de peinar la larga cabellera de la Barbie antes de irse a la cama por otro más adaptado a su entorno: “Lo divertido será aprender a ponerle el hiyab”, aventura la diseñadora nigeriana.