La Iglesia católica mexicana criticó hoy la “feroz vigilancia” que afectó las ciudades que acogieron actividades del papa Francisco durante su viaje, quien a pesar de ello “consoló y animó” a la nación.
En un editorial publicado en el semanario católico Desde la fe, la Arquidiócesis de la Ciudad de México habló de “inclemencias” y de “privaciones o molestias ante la feroz vigilancia que secuestró las ciudades sede”.
“Los exageradísimos controles de las autoridades causaron más molestias que beneficios”, agregó.
Según el escrito, el Papa “jamás hubiera querido retenes y más retenes, cierres por horas de calles y paralización del transporte público”, causando pérdidas a trabajadores y jefes de familia.
Pero “la fe del pueblo mueve montañas” y, a pesar de estas “inquisitivas medidas de seguridad” en un país que acumula decenas de miles de víctimas de la violencia, Jorge Mario Bergoglio consoló y animó a la nación.
La Arquidiócesis consideró que Francisco gozó la cercanía y expresión de amor de miles de fieles, y además “escrutó el dolor de cada persona”.
No obstante, hubo elementos que deslucieron la visita, que se alargó del 12 al 17 de febrero, como “errores logísticos y la desorganización”, que “tensionaron aspectos”.
Estos afectaron al toque de impecabilidad en el proceso organizativo debido a que pocas manos concentraron demasiadas funciones poniendo en riesgo la efectiva preparación y diligente cuidado, aseguró.
Asimismo, el editorial atacó a los “anquilosados defensores del laicismo” desde cargos públicos, quienes “se quedaron en la rancia época del sometimiento contra la Iglesia”.
Por último, la Iglesia católica destacó la vasta cobertura informativa, que en general, exaltó el liderazgo del santo padre.
No obstante, hubo ciertos “maestros de la comunicación que en lugar de informar indujeron al auditorio por los vicios de parcialidad, medias verdades, visceralidad y enconos deformantes de la opinión”.