TAIPEI. El papa Francisco donó 50 mil dólares para las víctimas del sismo de 6.4 grados que sacudió el 6 de febrero pasado el sur de Taiwán y provocó la muerte de 117 personas, informó hoy el ministerio taiwanés de Asuntos Exteriores.
En un comunicado, la cancillería explicó que la donación fue entregada a la Conferencia Episcopal Regional China a través del Conejo Pontificio, Cor Unum, junto con un mensaje en el que Francisco expresó sus condolencias por las víctimas, informó la cadena CNA.
El Papa expresó sus condolencias a los afectados por el terremoto que derribó al menos 10 edificios en la sureña ciudad de Tainan, durante la madrugada del 6 de febrero pasado, cuando el país se preparaba para celebrar el Año Nuevo chino, destacó el reporte.
“El Santo Padre está entristecido por el sufrimiento causado por el devastador terremoto que sacudió Tainan, dejando muchos muertos o heridos graves”, indicó el mensaje enviado por el Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, en nombre del Papa
En su mensaje, Francisco extendió también sus oraciones a las familias de los fallecidos y los heridos, así como al personal de rescate y las autoridades civiles que participaron en el rescate de las personas que quedaron bajo los escombros.
“Su Santidad, encomienda las almas de los difuntos a las entrañas de misericordia de Dios, invoca abundantes bendiciones divinas de consuelo y fortaleza a los que lloran y sobre todo para los que han sido afectados por esta tragedia”, subrayó el mensaje.
El Servicio Nacional de Emergencias informó que un total de 117 personas murieron en Tainan por el terremoto de 6.4 grados Richter del pasado días 6, 115 de la víctimas en el complejo de apartamentos Weiguan Jinlong, situado en el distrito de Yongkang.
Mientras que al menos 543 resultaron heridas, la mayoría en los distritos Yongkang y Kaohsiung de Tainan, donde se registraron decenas de réplicas los días siguiente al terremoto, al menos 68 de ellas con una intensidad superior a los 3.5 grados.
Taiwán se encuentra dentro del llamado “anillo de fuego”, un área en el océano Pacífico donde el movimiento de la placa tectónica es intensa y causa frecuentes terremotos.