El Producto Interno Bruto de México (PIB) creció 2.5% el año pasado, aunque el ingreso de cada mexicano cayó 12.8% debido a la paridad cambiaria, revelaron datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El repunte a nivel nacional fue impulsado principalmente por el mercado interno, pues las actividades terciarias, compuestas de servicios y comercio, se expandieron 3.3%, seguidas del sector primario que creció 3.1% año contra año.
Las actividades industriales apenas crecieron un punto porcentual, debido a la caída internacional en los precios de productos como el petróleo y los relacionados con el sector minero.
El repunte económico de México fue superior al de 2013 y 2014, cuando se ubicaron en 1.8 y 2.3%, respectivamente, así como a la expansión de la economía de Estados Unidos el año pasado, calculada en 1.8%.
Sin embargo, la depreciación del peso frente al dólar afectó el desarrollo del PIB per cápita medido en dólares.
Los datos del INEGI arrojaron que este último indicador se ubicó en la generación de nueve mil 445 dólares por cada mexicano al cierre del año pasado, mientras que en 2014 se ubicó en 10 mil 831 millones, pues el peso perdió 19.3% de su valor frente al dólar en ese lapso.
En los primeros tres años de la administración, el crecimiento promedio de la economía mexicana es de 2.1%, pero es insuficiente para elevar el nivel de vida promedio de los mexicanos y reducir las desigualdades sociales, señaló el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
“Con un crecimiento anual promedio de la población estimado en 1.8%, el PIB per cápita de México se expandió a una tasa anual de sólo 0.3%. A este ritmo, le tomaría a la economía mexicana más de dos siglos duplicar el ingreso por habitante”, a lo que se debe sumar la adecuada repartición de los recursos entre toda la población, precisó el centro de investigación.