La fuga de peces cobia del primer criadero de la especie en agosto pasado en Jaramijó, Ecuador mantiene en alerta a la comunidad científica de Colombia, Panamá y México.

 

De acuerdo con BBC Mundo, se trata del Rachycetron, un pez depredador que puede alcanzar los dos metros de largo y 80 kilogramos de peso que se alimenta de crustáceos, calamares y otros peces.

 

Según declaraciones de la Federación de Organizaciones Pesqueras y Análogas del Ecuador a la prensa local, para esa fecha los pescadores artesanales ya estaban registrando una baja en la faena por culpa de este depredador.

 

A solo dos meses y medio de la fuga, el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales registró avistamientos de cobias en las costas de Panamá. Por su tamaño actual, son las mismas que escaparon de Ecuador.

 

Lo que significa que los peces nadaron desde el centro de Ecuador hasta Panamá, pasando por Colombia, informó el investigador del Smithsonian Ross Robertson.

 

“Si siguen así, podrían estar en México en seis meses”, agregó, al tiempo que recomendó a científicos de Perú, México y California estar atentos por la posible aparición.

 

La semana pasada los científicos del Smithsonian hicieron un llamado de alerta por los posibles “efectos de largo alcance sobre la pesca y la ecología marina en el Pacífico Oriental” que podría provocar la cobia.

 

El pez león es un ejemplo de los daños que puede hacer una especie invasora en un ecosistema, señaló el científico.

 

“Como la cobia es la única especie de su familia (…) representa un tipo inusual de depredadores de la zona tropical del Pacífico Oriental, que sólo aumenta tanto el grado de incertidumbre sobre sus efectos y el potencial para una mayor perturbación de los ecosistemas de la zona”, explica Robertson en la publicación.

 

Para el científico del Smithsonian, “nadie puede decir qué pasará”. Las cobias podrían morir o no encontrar parejas para reproducirse, ejemplificó.

 

“Lo que sí sabemos es que si la acuicultura continúa en Ecuador, seguirán escapando ejemplares como pasa todo el tiempo con las jaulas acuáticas” afirmó Smithsonian.