La Secretaría de Salud en Nuevo León reportó la primera muerte por influenza estacional o AH3N2 de la temporada invernal 2015-2016.
En un comunicado, la dependencia estatal informó que se trata de una mujer de 40 años de edad, no vacunada, quien padecía diabetes e hipertensión.
Refirió que durante la pasada temporada invernal 2014-2015 se registraron seis fallecimientos a causa de la influenza estacional.
La Secretaría de Salud estatal añadió que, desde octubre del 2015, cuando inició la temporada actual, empezó una campaña de vacunación contra la influenza, especialmente en los meses más fríos, además de reforzar las medidas preventivas.
Indicó que, hasta el momento, durante la temporada 2015-2016, se han registrado un total de 187 casos en Nuevo León, de los cuales 177 son AH3N2, cuatro del tipo AH1N1, dos A no subtipificados y cuatro más del tipo B.
Asimismo, apuntó, se han aplicado más de un millón 275 mil vacunas en Nuevo León y aún hay biológico disponible especialmente para la población en riesgo.
En dicho segmento se incluye a niños y niñas de seis meses a cinco años de edad, adultos de 60 años y más, mujeres embarazadas, personas que contrajeron VIH, pacientes con diabetes no controlada o con complicaciones, indicó.
También pacientes con enfermedades graves del corazón, enfermedades respiratorias graves, obesidad, asma no controlada o que estén recibiendo tratamiento para cáncer, además del personal de salud.
La dependencia estatal subrayó que cuenta con el tratamiento necesario para atender todos los casos que se presenten.
“Es necesario continuar con la aplicación de las medidas de prevención que la dependencia ha dado a conocer desde el inicio de la presente temporada invernal”, subrayó.
Dentro de estas recomendaciones mencionó procurar no saludar de beso ni de mano, para evitar el contagio a través de las gotas de saliva, cubrirse la boca y nariz al toser o estornudar con un pañuelo desechable o cubrirse con el ángulo interno del codo, así como evitar compartir vasos o cubiertos.
Otras medidas a seguir son el mantener limpias las cubiertas de cocina y baño, manijas y barandales, así como juguetes, teléfonos u objetos de uso común, abrigarse y evitar cambios bruscos de temperatura.
Se recomienda además comer frutas y verduras ricas en vitaminas A y C (zanahoria, papaya, guayaba, naranja, mandarina, lima, limón y piña), lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o bien, utilizar gel antibacterial.
Por último, indicó que, en caso de presentar un cuadro de fiebre alta de manera repentina, tos, dolor de cabeza, muscular y de articulaciones, acudir de inmediato a su médico o a su unidad de salud y no automedicarse.