La Legislación Universitaria y el Código de Ética prohíben específicamente emplear, explotar o lucrar con los bienes que conforman el patrimonio de la UNAM, para beneficio personal al margen de las labores que se llevan a cabo en la institución.

 

“La responsabilidad de los universitarios frente al patrimonio de la Universidad, implica no emplear los bienes para beneficio personal al margen de las labores universitarias o lucrar con ellos”, especifica el Código de Ética aprobado el 1 de julio de 2015.

 

Mientras que la Legislación sostiene que son causas “especialmente graves” de responsabilidad la realización de actividades de índole política que persigan un interés personalista; la hostilidad por razones de ideología o personales, manifestada por actos concretos, contra cualquier universitario; y  la utilización del patrimonio para fines distintos de los que está destinado

 

Desde hace casi 20 años, el auditorio “Justo Sierra” ha estado en posesión de diferentes grupos particulares que lo rebautizaron como “Ché Guevara” y lo usan para actividades como la operación de una cafetería vegetariana, venta de artesanías, conciertos, impartición de clases de baile, encuentros políticos de grupos anarquistas y otras actividades que ellos denominan culturales y por las cuales obtienen beneficios económicos.

 

Ayer, tras el último disturbio ocasionado por estos grupos, la UNAM exigió la liberación del inmueble y señaló que su ocupación es violenta. Hasta el momento, ninguno de los rectores desde Juan Ramón de la Fuente ha podido retomar el control de las instalaciones y regresarlas a la comunidad.