GIJÓN. El Real Sporting de Gijón cayó víctima de sus propios errores ante un rival directo como es el Espanyol de Barcelona en un partido en el que los locales se adelantaron en el marcador, pero luego permitieron dos goles en 10 minutos que resultaron decisivos.

 

Los dos equipos salieron al campo conscientes de que los puntos en juego eran muy importantes para ambos, ya que luchan por poner tierra de por medio con respecto a los puestos de descenso.

 

Tras los primeros minutos de tanteo, en los que lucharon por hacerse con el control del balón el Espanyol fue el primero en intentarlo con un disparo lejano de Burgui, que despejó Cuéllar no sin ciertos apuros.

 

Los ataques locales llegaban principalmente por la banda izquierda y en ella se gestó el gol rojiblanco, en un gran pase de Jony sobre Isma López que dispara cruzado: Pau López despejó, aunque el balón cae a los pies de Carlos Castro que sí acierta a marcar.

 

Pero el Espanyol siguió jugando como hasta ese momento, con balones largos buscando la espalda de la defensa, pero sin crear peligro más allá de dos jugadas a balón parado, en las que Asensio primero lanzó al larguero y en su segundo intento lo mandó ligeramente alto.

 

La segunda parte no pudo comenzar peor para los locales que se complicaron ellos solos el partido en un error en el centro del campo que se aprovecha Javi López para robar el balón y mandar un centro sobre la llegada de Gerard Moreno, que bate a Cuéllar a placer.

 

El Sporting pasó de adelantarse en el marcador a tenerlo en contra porque pocos minutos después otra pérdida de balón en su medio campo permitió el robo de Gerard Moreno, que lanzó un tiro con efecto que sorprende a Cuéllar y da dos goles de ventaja a su equipo.

 

Fue un centro de Jony al que llegó con un ciclón Carlos Castro para marcar de cabeza su segundo gol, levantando el ánimo en las gradas porque aún quedaban muchos minutos por delante.

 

Los locales se fueron decididamente al ataque aunque algunos jugadores, como Jony, parecían francamente fundidos. En su esfuerzo por igualar el marcador, a punto estuvieron de hacerlo, en un córner que tocó de cabeza Meré y el balón llegó a Sanabria, que remató como pudo y el balón acabó estrellándose en el larguero.

 

No fue el único larguero que salvó al Espanyol, ya que a los pocos minutos un centro chut de Rachid también acabó estrellándose en él, en unos minutos en los que los locales estaban volcados al ataque y el Espanyol defendiendo su ventaja y buscando sorprender en otra contra.

 

Algo que acabó logrando en una acción en la que Marcó Asensio ganó por velocidad a su marcador antes de disparar fuerte y cruzado. El balón tocó en Luis Hernández lo suficiente como para despistar a Cuéllar.

 

El cuarto gol ya fue una losa para el Sporting, a la que se añadió la roja directa mostrada por Velasco Carballo a Nacho Cases por una dura entrada a Marco Asensio que dejó al equipo gijonés con uno menos los últimos 10 minutos.