Si bien los refugiados sirios, iraquíes, afganos y de otras nacionalidades, que viajan en las embarcaciones con destino a Europa, llevan equipaje con pocas pertenencias que varía entre un migrante y otro, hay un pequeño objeto en que todos coinciden: un teléfono inteligente.
De acuerdo con un reporte de Bassam Sebti, del Banco Mundial, los refugiados ven a los smartphones como su principal salvavidas para salir al exterior, herramienta vital para escapar de la guerra y persecución y una ventana al mundo para contar sus historias al y narrar a otros que los siguen detrás en la que se ha catalogado como la crisis de refugiados más grave desde la Segunda Guerra Mundial.
“El éxodo de refugiados hacia Europa es el primero de su tipo que se produce durante una era completamente digital. Ha cambiado la manera en que se desarrolla esta huida masiva. Las tecnologías que los refugiados usan no solo están haciendo que los viajes sean más seguros, sino que también ponen a prueba los estereotipos que se tienen de los refugiados. Además esto demuestra que no todos los emigrantes son pobres”, indica el Banco Mundial en su artículo.
Aquí te presentamos cuatro ejemplos de cómo los refugiados utilizan los smartphones para sobrevivir y contar sus historias al mundo:
1. WhatsApp, Viber y el mensajero de Facebook
A lo largo del camino, muchos refugiados se comunican por WhatsApp para compartir consejos e intercambiar mensajes acerca de sus experiencias en las fronteras, los contrabandistas y las rutas más seguras.
Por ejemplo, un refugiado sirio llamado Ghaith escapó de su país llevando una mochila que contenía cuatro camisas, un par de pantalones, una bufanda y un teléfono inteligente. WhatsApp fue una de las principales herramientas de comunicación que usó durante su larga y triste travesía entre Siria y Suecia.
2. Facebook
A muchos refugiados “les gustan” las páginas de esta red social donde otros inmigrantes recopilar consejos de compatriotas que han viajado hacia Europa.
Un ejemplo es el caso refugiado sirio Kenan al Beni, de 19 años, y sus amigos. Su bote en que viajaban tuvo problemas en el mar y casi se hundió, pero él y sus compañeros estaban preparados para sobrevivir.
Llamaron a la guardia costera de Grecia usando dos teléfonos móviles, más tarde arribaron de manera segura en la zona costera de Lesbos. “Nosotros teníamos todos sus números”, dijo a CNN el refugiado. “Les mandamos mensajes por WhatsApp y ellos vinieron y nos rescataron”, relató.
Asimismo, indicó que toda la información que necesitaba la consiguió a través de Facebook.
3. Aplicaciones GPS y de mapas
Firas estaba a bordo de una embarcación, cuyo motor dejó de funcionar en medio del mar entre Turquía y Grecia. Este refugiado sirio sabía exactamente donde estaba porque usó el navegador GPS de su teléfono inteligente, el cual había envuelto en una bolsa plástica para que no se humedeciera. Él llegó a las costas de Grecia, después de nadar durante siete horas, utilizando esta aplicación para asegurarse que estaba yendo en la dirección correcta.
Mientras lo hacía, su aparato telefónico se mojó y se echó a perder, pero se dio cuenta que estaba por la ruta adecuada cuando vio las luces de Lesbos desde lejos.
Otros refugiados cuentan que en el trayecto usan Google Maps mientras cruzan por tierra y por mar.
“Estaríamos perdidos sin los mapas de Google”, dijo a la BBC un refugiado sirio.
4. Selfis
Sí, los refugiados se toman selfies y, algunas veces, usan el paloselfies.
No son cómo nosotros las usamos para registrar cumpleaños, graduaciones o una fiesta que fuimos durante el fin de semana. Muchos refugiados que arriban de manera segura a sus destinos toman selfis para documentar su llegada y enviárselas a sus seres queridos que quedaron en sus países de origen.
Y para algunos, una selfie es un recordatorio que quieren utilizar en el futuro para no olvidar los horrores que tuvieron que enfrentar para poder sobrevivir y empezar una nueva vida.
Como es el caso de Mehar Ahmed Aloussi, de 30 años y originario de Damasco, dijo a la revista Time: “Queremos tener recuerdos del mal viaje que hicimos. … Cuando vaya y me establezca en otro país, quiero recordar cómo lo logré”.