TIERRA BLANCA. Los familiares de los cinco jóvenes desaparecidos el pasado 11 de enero en el estado mexicano de Veracruz aceptarán que las víctimas están muertas “el día que haya pruebas”, dijo hoy uno de los padres.
“No estamos satisfechos” con las declaraciones del subsecretario de Gobernación Roberto Campa en torno al caso, dijo en una entrevista con Efe Bernardo Benítez, padre de una de las víctimas.
El testimonio del último policía detenido por este caso, identificado como Rubén Pérez y según el cual los jóvenes fueron quemados y sus restos triturados, “se debe tomar como una declaración más de la investigación”, señaló.
“Así como ha habido siete declaraciones anteriores (de otros policías), ésta es la octava declaración que da una persona que al parecer estuvo en los hechos”, dijo Benítez, cuyo hijo Bernardo y sobrino José son dos de los cinco desaparecidos en el municipio de Tierra Blanca.
Sobre si aceptan la muerte de los jóvenes, dijo que lo harán cuando existan pruebas. “Con dichos no aceptamos; con pruebas fehacientes sí lo aceptaríamos”, añadió.
Benítez indicó que los familiares permanecerán acampados en las oficinas de la Fiscalía de Veracruz en Tierra Blanca hasta que se esclarezca plenamente el caso y sean capturados los autores intelectuales.
“Porque debemos recordar que siempre hay un jefe y debemos llegar hasta ellos porque aquí ha habido muchas desgracias y queremos que esta sea la última que suceda para que caiga hasta el último de los delincuentes”, abundó.
Enfatizó que lo que los padres desean “son resultados, que aparezcan los cinco muchachos, de una u otra forma, y a partir de ahí se empiece a hacer justicia, porque no se vale que esté sucediendo esta situación con tantas desapariciones y tantísimas personas que buscan a sus familiares”.
“Por desgracia hay tantas personas que tienen familiares de años desaparecidos. Olvídate que los busquen y los encuentren. No les hacen caso, los hacen dar vueltas y esto es horrible para ellos y para nosotros”, puntualizó.
Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, dijo este martes a la cadena Televisa que, de acuerdo con la información con que se cuenta hasta el momento, los jóvenes “fueron quemados, posteriormente fueron molidos, seguramente en un molino de caña, y fueron tirados a un pequeño río”.
Campa indicó que esa información fue comunicada el lunes a los familiares de los desaparecidos, cuatro jóvenes y una adolescente de 16 años.
En la reunión “dimos cuenta de la detención y puesta disposición ante un juez de un octavo” policía estatal, cuya declaración fue “muy relevante” porque “estuvo presente prácticamente en todos los momentos clave” de lo ocurrido el 11 de enero, señaló.
Sin embargo, el titular de la Policía Federal, Enrique Galindo, dijo que el testimonio del agente “no es definitivo”, que se trata de un avance más y que aún falta trabajar en las líneas de investigación que surgieron de lo declarado por Pérez.
Además, remarcó que la búsqueda de los jóvenes continúa.
Los cinco fueron detenidos por policías estatales en una gasolinera de Tierra Blanca cuando regresaban de un viaje de vacaciones, un momento que fue captado por cámaras de vídeo ubicadas en esa zona y por un vecino de uno de los muchachos.
Campa indicó que los jóvenes fueron detenidos “simplemente porque (a los agentes) les parecieron sospechosos”.
En tanto, el fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo, dijo que ya se conoce el móvil de los hechos, pero no quiso revelarlo para no entorpecer la investigación.