La Procuraduría General de Justicia de Coahuila anunció que agotará todas las líneas de investigación sobre la desaparición de hasta 150 personas en el penal de la ciudad de Piedras Negras, informó hoy el titular de la institución, Homero Ramos.
Detrás de las desapariciones, que ocurrieron entre 2008 y 2011, presuntamente están sicarios del Cártel de los Zetas y las investigaciones apuntan que las víctimas era secuestradas fuera de la prisión y después asesinadas e incineradas dentro del reclusorio, expuso.
“Hay varias líneas de investigación abiertas todavía, que vamos a concluir. Por la importancia del caso decidimos manejar en esta instancia lo que ya se ha conocido “, dijo Ramos en declaraciones a al programa radial Atando Cabos.
El funcionario explicó que la investigación seguirá “hasta agotar” todas las líneas de investigación, si bien anticipó que habrá algunas que “no aporten elementos suficientes” para hacer imputaciones y otras que sí.
“Seguimos trabajando para poder llegar a la verdad; en este momento es muy importante la individualización de las víctimas y los responsables”, expuso.
Señaló que la investigación ha avanzado paso a paso con pesquisas “solventes y relevantes” para evitar que procesalmente los señalados puedan evadir la Justicia.
A mediados de enero, en un reportaje del periodista mexicano Diego Osorno publicado en el diario digital El Español, se consignó que el citado penal estuvo bajo el control total de los Zetas entre 2010 y 2012.
El reportaje señaló que durante en ese periodo, la cárcel funcionó como un “centro criminal” en que los internos fabricaban uniformes para miembros de su banda y alteraban vehículos para el traslado de droga y armas.
Según el trabajo periodístico, el hallazgo más delicado de los investigadores fue que los Zetas “torturaron, asesinaron e incineraron personas de manera sistemática” en el interior de la prisión, tanto miembros de su misma banda como adversarios y personas ajenas.
El fiscal Ramos aseguró que hasta el momento hay 10 personas implicadas en el caso, algunas de las cuales ya están detenidas, además de que han sido identificadas 34 víctimas de un posible total de 150.
Fuentes no oficiales han citado que entre los señalados hay policías y funcionarios que trabajaban en aquellos años en el centro penitenciario de Piedras Negras.