LOS ÁNGELES. Nada puede ser mejor que volver a casa con un Oscar en la mano, y más si es la primera estatuilla dorada para tu país. Así fue justo como los realizadores del cortometraje chileno Historia de un Oso regresaron hasta Santiago luego de haber alzado el Premio de la Academia y gritar “¡Viva Chile!” en el escenario del Teatro Dolby, ante los distinguidos invitados al Oscar.
Previo a que el equipo chileno tomara el avión de regreso, el productor del filme, Patricio Escala, compartió con 24 HORAS sus sentimientos y la emoción tan grande que lleva para entregarle a los amantes del cine latinoamericanos.
¿Cómo te sientes?
Para nosotros la mayor felicidad es sentir que le estamos entregando una alegría a nuestro país, que le estamos entregando un reconocimiento a la industria de animación chilena y latinoamericana, y al final esa es la mayor alegría y el mayor reconocimiento para nosotros en este momento.
Cuéntanos un poco acerca de este esfuerzo que tuvo su gran premio…
Somos un territorio con una capacidad creativa muy grande, con una gran cantidad de talento artístico que muchas veces no tiene el apoyo necesario para poder salir adelante. Nosotros tuvimos el apoyo del gobierno de Chile para poder llegar hasta esta instancia de poder realizar el cortometraje; quizá los apoyos siempre pueden ser más, siempre pueden estar orientaos de otra forma, pero es importante que los países de nuestra región confíen en sus realizadores, y que por otro lado, éstos también hagan el mayor esfuerzo y confíen en su propio trabajo para poder llegar a una instancia como esta.
Sin duda lo que está haciendo México, Colombia con su nominación de este año, Brasil también con su nominación y nosotros, resalta el gran trabajo y la capacidad de los creadores latinoamericanos representándonos a nivel mundial.
¿Qué significa este premio para la cinematografía chilena?
Es un poco difícil quizás anticipar lo que pueda significar, lo que nosotros esperamos es que sirva para crear un ecosistema donde tanto el Estado como la industria privada sigan apoyando, o empiecen a apoyar el desarrollo de esta industria de animación, una industria creativa, cultural, que tiene un gran potencial, pero nos hemos encontrado muchas veces con que el Estado aporta hasta donde puede aportar.
Y para nosotros es muy significativo, pero los privados muchas veces es muy difícil que aporten, en el caso nuestro nosotros contamos con el soporte de la Universidad las Américas, que fue el apoyo que tuvimos desde el inicio de la productora, más que nada.
Llevan siete años apoyándonos, pero no es algo que todos tengan la oportunidad de hacer, entonces la invitación es a que la iniciativa privada confíe que el trabajo que se está haciendo es un trabajo profesional, que puede tener frutos hacia adelante a nivel cultural, no sólo en nuestro país, sino en toda la región.
¿Cómo fue la noche que ganaron el Oscar?
Personalmente, creíamos que era muy difícil, sabíamos que toda la gente estaba muy ilusionada en Chile y esperábamos poder ganar a pesar de que estábamos compitiendo con la empresa más grande de animación que hay en el mundo. También dijimos que íbamos a ser muy buenos perdedores si no nos lo llevábamos, así que entonces teníamos tranquilidad, misma que fue la que nos permitió subirnos tan enteros a recibir la estatuilla cuando anunciaron que Bear History era el ganador.
Cuando salimos de ahí nos dimos un gran abrazo porque era algo que de verdad no podíamos creer, y yo creo que lo más emotivo fue cuando ya pudimos hablar con nuestras familias en Chile y escucharlos llorando, emocionadísimos, por algo que finalmente es algo que queremos compartir con todo Chile, con toda Latinoamérica. Nuestras familias son quienes han estado junto a nosotros desde que se nos ocurrió esta loca aventura de hacer cine o hacer animación, y a pesar de que quizá no nos entendían y de que hubieran preferido que estudiáramos algo más tradicional, confiaron en nosotros, nos apoyaron y tuvieron fe en lo que nosotros podíamos hacer y creo que este reconocimiento también es muy de ellos.
¿Qué se sintió gritar “¡Viva Chile! en ese escenario?
Fue algo que solamente salió del alma, aunque no quiero sonar nacionalista. Para mí, y creo que por ahí la mayoría de los artistas latinos, tienen un discurso que habla sobre la unión de los países de Latinoamérica y eso para mí es muy importante dejarlo claro: el domingo tuvimos la oportunidad de convivir con artistas de Perú, Argentina, Brasil y todos nos tiraron tanta buena onda, que para mí el poder decir “¡Viva Chile!” tiene que ver con el poder expresarle a la gente que este reconocimiento también es para ellos. Esperamos que sirva como un mensaje de unión en un país que quizá todavía sigue dividido por el pasado, pero que lo que busca no es abrir una herida, sino sanarla.
¿Cómo ves a los ganadores latinoamericanos en el Oscar?
El que Alejando González Iñárritu gane por segunda vez consecutiva un Oscar, igual que su cinematógrafo, quiere decir y demuestra el talento que hay en nuestra región. Es una mirada distinta porque nuestras vivencias fueron diferentes a las que pueden vivir en otros lugares del mundo, y no es que sean mejores o peores, sino que son personas que se atrevieron a contar las cosas desde su perspectiva y no tratar de imitar quizá un modelo estadunidense o un modelo europeo, sino tratar de contar desde nuestra historia, desde nuestras raíces, y yo creo que eso es lo que finalmente se valora.
¿Qué sentiste cuando se hizo el anuncio de que habían ganado?
Fue entretenido, pues fueron los Minions los que anunciaron al ganador, entonces creo que eso ayudó a que hubiera menos nerviosismo. No nos dimos cuenta de lo que estábamos viviendo hasta después de salir, pues en ese momento todo era concentración. Al final, esto es como una competencia de alto rendimiento, donde uno no pierde el foco ya hasta el final, y el final para nosotros fue saliendo del escenario, cumpliendo con entregar un mensaje a millones de personas en la ceremonia, con dejar el nombre de Chile bien parado con ese discurso de aceptación. Después de eso todo fue tranquilidad y volver a disfrutar el momento, y es algo que se transmite. He visto algunos discursos de actores, actrices, a los que se les nota un quiebre de ojo, una emoción mucho más eufórica. Pero nosotros somos realizadores, estamos siempre detrás de lo que se está creando, entonces nuestro mundo es todo mucho más alejados de lo que es este star system. Por lo tanto, al final siempre tiene que ver con entregar un mensaje, y los contenidos que realizamos tienen que ver con eso, que es lo que estamos intentando hacer todos los días y lo que vamos a seguir tratando de hacer en un futuro.