Bernarda Guzmán, hermana de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, afirmó que hasta “un animal irracional busca su libertad” al aparecer en el penal del Altiplano donde está recluido el capo y donde sus familiares y abogados iniciaron una huelga de hambre.
Esa fue una de las pocas frases de la mujer que se identificó como la hermana del líder del cártel de Sinaloa ante los medios de comunicación que esperaban frente a esa cárcel de seguridad del municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México.
Según sus representantes legales, Guzmán no puede dormir porque por la noche es despertado al menos una vez para obtener una “prueba de vida”, una situación que le hace sentirse “un zombie”.
Para la hermana, este trato se debe a que las autoridades “están enojadas” por su fuga del mismo penal el pasado julio, a través de un túnel de 1.5 kilómetros de largo que partía de su celda.
“Le quiero pedir a las autoridades de este penal que hagan algo justo”, remarcó Bernarda Guzmán, que no ha podido ver a su hermano, y señaló que él “no dañó a nadie”.
Uno de los letrados de Guzmán, José Luis González Meza, explicó que se instalará una carpa para acoger a los familiares en huelga, a quienes pasado el mediodía del viernes todavía se estaban esperando.
Al ser cuestionada sobre la extradición del capo, la hermana explicó que la familia no apoya que el criminal sea enviado a Estados Unidos, aunque acepta la decisión de Guzmán, que a través de sus abogados pidió ser extraditado por las supuestas malas condiciones en las que se encuentra recluido.
Asediada por la prensa, la mujer optó finalmente por subirse a un vehículo y desaparecer del lugar, dejando a un lado en apariencia su idea de iniciar la huelga de hambre en el lugar.