VALENCIA. El Atlético de Madrid no pierde la estela del Barcelona tras imponerse con autoridad en Mestalla por 3-1 al Valencia, en un duelo equilibrado en el primer tiempo, pero que los de Simeone desnivelaron en el segundo acto, en el que fueron superiores al conjunto local.
El partido arrancó con un Atlético mejor colocado sobre el terreno de juego, ejerciendo una presión muy eficaz que ponía en muchos apuros al conjunto local para poder sacar el balón con criterio, que ante la ausencia de Parejo, en el banquillo, se ciñó a mandar desde la defensa balones a las bandas en busca de las incursiones de sus extremos.
Los de Simeone dieron el primer aviso al cuarto de hora, en un balón que le cayó en el área a Vietto, pero el argentino remató alto. Minutos después fue Griezmann quien probó suerte con un disparo lejano que obligó a Alves a enviar el balón a córner.
El Atlético era muy superior al Valencia y su premio llegó tras una grave pérdida de balón de Javi Fuego en el lateral del área valencianista, que acabó con un pase a Griezmann que, desde la media luna del área, se sacó un potente disparo raso que se coló junto a la cepa del poste de la portería valencianista.
Lejos de hundirse, el gol en contra espoleó al Valencia, que le metió una mayor intensidad a su juego. En tan solo cuatro minutos igualó el partido, tras una gran asistencia de cabeza de Alcácer a Cheryshev, que el ruso no desaprovechó para fusilar a Oblak.
Los de Neville se vinieron arriba y ofrecieron sus mejores minutos ante un Atlético desconcertado ante la mutación de su rival, que con una fuerte presión comenzó a robar balones y a salir con rapidez a la contra.
Precisamente en un contragolpe, de nuevo la conexión Alcácer-Cheryshev pudo acabar en gol, en el tramo final del primer tiempo, tras una dejada de espaldas del ariete internacional español, pero esta vez Cheryshev no pudo empalar bien y su disparo se fue alto.
En la reanudación, el Atlético recuperó su mejor versión, aunque fue el Valencia el que dispuso de la primera ocasión en un remate de Alcácer que tapó bien Oblak.
Con el paso de los minutos se intensificó el dominio del conjunto madrileño y al cuarto de hora Vietto pudo marcar el 1-2, pero Alves sacó una mano milagrosa y envió el balón al larguero.
Tras el triunfo del Barcelona, al Atlético no le servía un resultado diferente a la victoria y se volcó sobre el área de Alves. De nuevo la estrategia dio sus frutos al cuadro ‘colchonero’ y tras un saque de esquina Giménez peinó al segundo palo donde Fernando Torres, que apenas llevaba unos minutos en el terreno de juego, anotó el segundo gol de los suyos.
El Valencia buscó de nuevo la reacción, pero la expulsión de Aderllan Santos, a diez minutos del final, complicó aún más las cosas para el equipo local. De hecho fue el Atlético el que dispuso de las mejores ocasiones y en el tramo final del duelo Carrasco sentenció con el 1-3 definitivo.