NUEVA YORK. Cada vez aumenta el número de personalidades del espectáculo, analistas y medios de información en Estados Unidos que alertan sobre las semejanzas entre el discurso de Donald Trump y el líder de la Alemania nazi, Adolfo Hitler.
Las advertencias provienen tanto de simpatizantes de las políticas liberales como de periodistas conservadores, que advierten que ambos personajes han empleado una retórica populista que apela a la nostalgia, a la defensa del país de supuestas amenazas externas y al resentimiento.
El conservador Glenn Beck, un popular conductor de radio, apuntó en entrevista en el canal ABC que el precandidato presidencial republicano “es un hombre peligroso con las cosas que ha estado diciendo”, comparable en esta etapa con el discurso de Hitler anterior a su campaña militar y genocida.
“Todos nos fijamos en el Adolfo Hitler de 1940, pero debemos fijarnos en el Adolfo Hitler de 1929. Era un personaje medio chistoso que decía las cosas que la gente estaba pensando”, destacó Beck.
Mientras tanto, el diario The New York Daily News en su portada de este domingo mostró el rostro del magnate de los bienes raíces junto a la leyenda: “Trump es Hitler” y citó la opinión de Louis CK, considerado por la crítica como uno de los más sobresalientes comediantes en Estados Unidos.
Trump “fue chistoso por un momento, pero el tipo es Hitler. Y con ello me refiero a que nos estamos convirtiendo en Alemania a principios de la década de 1930. ¿Creen que en ese momento ellos vieron la porquería que aparecería?”, opinó CK.
Al igual que Beck, el comediante destacó que antes de la campaña criminal, Hitler era “un tipo simpático con ideas refrescantes, que tenía un peinado raro y que podía decir cualquier cosa”. Añadió que, tal como el líder alemán, Trump era “un fanático enfermo. Es peligroso”.
Por su parte, la publicación conservadora The Weekly Standard rescató recientemente un artículo publicado en 1990 por la revista Vanity Fair que aseguró que Trump mantenía un libro con los discursos de Hitler junto a su mesa de noche.
Las críticas se multiplican luego de que Trump recibiera la semana pasada el respaldo del exlíder del grupo racista y criminal Ku Klux Klan (KKK), David Duke, y de que al menos de manera inicial no repudiara el apoyo.
Otros grupos que simpatizan con la ideología de la supremacía blanca han ofrecido su apoyo a Trump, en cuyos actos de campaña se suscitan de manera rutinaria agresiones contra manifestantes latinos y afroamericanos.
Mientras tanto, el programa de comedia Saturday Night Live (SNL) difundió la noche del sábado la sátira de un presunto comercial de apoyo a Trump de parte de grupos racistas en Estados Unidos, en que individuos con símbolos nazis y del KKK expresan su simpatía con el magnate.
El programa de comedia incluyó también una sátira de la conferencia de prensa de Trump tras sus triunfos del llamado supermartes, en que el comediante Darrell Hammond dice: “Qué gran noche. Los medios dicen que no han visto nada como esto desde la Alemania de la década de 1930”.
“Me refiero a que todos me aman: racistas, horribles racistas y personas que no saben que son racistas”, afirmó el comediante que personificaba a Trump, quien encabeza las preferencias de voto entre los republicanos.