Al parecer Carlos Vela se salió con la suya para ir de fiesta y asisitir a un concierto de Chris Brown en Madrid y no presentarse a entrenar con el Real Sociedad.

 

El mexicano jugó como titular en el empate 1-1 ante el Levante en un partido que concluyó a las 8 de la noche, tiempo de España, en ese momentó viajó a Madrid para asistir al evento musical.

 

Vela no asistió al entrenamiento del lunes, y según informes habría argumentado “gastroenteritis”.

 

La Real Sociedad escuchará las explicaciones de Vela por su ausencia en el entrenamiento antes de tomar la decisión de abrir un expediente disciplinario, informaron fuentes del club guipuzcoano.

 

La asistencia del jugador a un evento musical en la noche del domingo, en compañía de su amigo y ex compañero, Antoine Griezmann fue conocida a través de la redes sociales, donde muchos usuarios mostraron su indignación porque el mexicano no se había presentado por la mañana al entrenamiento recuperador que tenía concertado Eusebio Sacristán tras el partido ante el Levante.

 

El equipo tiene hoy jornada de descanso y Carlos Vela se desplaza a Barcelona a un acto publicitario organizado por uno de sus patrocinadores, por lo que será a partir de mañana cuando se oigan las explicaciones del futbolista.

 

Vela deberá de convencer con sus argumentos al Consejo de Administración que, después de escuchar al futbolista, hará una propuesta que podría desembocar en un expediente de carácter sancionador.

 

Vela, en su peor temporada desde que llegó al club, con sólo cuatro goles marcados, ya dejó una puerta abierta en verano a su salida de la Real porque tenía ofertas de la liga profesional americana.

 

El club no tiene intención de desprenderse del jugador sin tener ninguna compensación económica pues pagó al Arsenal cerca de 15 millones de euros, el segundo fichaje más caro tras Asier Illarramendi, hace cuatro temporadas.

 

Una sanción a Vela no revalorizaría precisamente al mexicano que, además, en muchos partidos de la temporada y por primera vez ha escuchado pitos desde la grada y ha dejado de ser objeto de adoración por la afición blanquiazul.