En el auditorio Justo Sierra de la UNAM, tomado desde hace 16 años por activistas políticos, se organizan manifestaciones violentas que en ocasiones derivan en actos delictivos, revelan informes federales a los que tuvo acceso 24 HORAS.

 

En el recinto, ubicado en la Facultad de Filosofía y Letras, se ocultan supuestos narcomenudistas que operan con la impunidad ofrecida por el supuesto respeto a la autonomía universitaria, que impide a las corporaciones policíacas ingresar al campus universitario.

 

Un grupo de los que ahí operan se llama OkupaChe, Espacio Autónomo de Trabajo Autogestivo, y difunde su movimiento e ideología en su página de Internet y redes sociales donde informa, entre otras cosas, de tocadas, eventos anarcopunk y las últimas novedades de la detención de su compañero El Yorch.

 

Resurgen activismo y desmanes

 

Algunas de las personas que ocupan el inmueble de la UNAM fueron identificadas por las autoridades federales en la protesta durante la toma de posesión del presidente Enrique Peña Nieto y la marcha del 2 de octubre de 2013.

 

Jorge Emilio Esquivel Muñoz, alias El Yorch, detenido el mes pasado y acusado de posesión de 50 envoltorios de cocaína en piedra, 26 pastillas psicotrópicas “Ribotril” y una bolsa con 300 gramos de marihuana en greña, es uno de ellos, señala el documento oficial.

 

De acuerdo con la información que ha publicado la PGR, el presunto delincuente cuenta con antecedentes penales por destrozos en la vía pública, hechos cometidos en la marcha del 2 de octubre, es un presunto narcomenudista que tenía al menos cuatro puntos de venta de droga en las inmediaciones de CU y cuenta con la complicidad de cinco sujetos quienes son investigados.

 

Su participación en las asambleas y actividades que se desarrollan en el auditorio, al que llaman “Che Guevara”, se mezclan con las de un grupo de anarquistas quienes retan y provocan a las autoridades universitarias, de la Ciudad de México y federales, por lo que han tenido enfrentamientos violentos.

 

El informe de inteligencia, del que 24 HORAS tiene copia, señala que estas personas se comunican entre ellas con radios de mano de onda corta, en actos públicos se tapan el rostro y usan lentes de sol para evitar ser identificados, publican consignas en cartulinas o grafitis y en ocasiones portan banderas anarquistas.

 

En el informe se menciona la versión no confirmada de que Martí Batres, del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), tiene comunicación con algunos de ellos.

 

Otro de los integrantes que ha sido plenamente identificado por su actividad en la UNAM y las manifestaciones violentas es Uriel Sandoval Díaz.

 

Este hombre fue ubicado por autoridades federales cuando participó en la toma del edificio de Rectoría de la UNAM, en abril de 2013.

 

Vestía playera café, pantalón negro, gafas de sol y una playera oscura cubría su cara; se le identifica como uno de los líderes del movimiento y contextualiza: El 1 de Diciembre de 2012 Sandoval Díaz presuntamente perdió un ojo en los disturbios por la toma de posesión del Presidente.

 

En otro informe del mismo mes de abril se citan las condiciones exigidas por los manifestantes para desocupar la Rectoría, entre otras cosas que no haya represalias y la reinstalación inmediata e incondicional de los seis expulsados del CCH Naucalpan.

 

Sin detenidos ni desalojo

 

Tras la reciente captura de El Yorch un grupo de encapuchados, quienes tienen tomado el auditorio Justo Sierra, realizó bloqueos en los accesos a la universidad, incendió un auto de vigilancia UNAM y contenedores de basura, realizó pintas, irrumpió en las oficinas de la base uno de vigilancia donde golpeó a los vigilantes y prendió fuego al recinto.

 

Por estos delitos la Universidad puso una denuncia penal en la PGR en contra de los delincuentes y exigió la entrega del espacio cultural, pero no ha habido resultados.

 

La SSP no detuvo a ninguna persona en flagrancia y la PGR tampoco ha capturado a los cómplices de El Yorch.

 

OkupaChe asegura en su página auditoriocheguevara.org que a El Yorch le sembraron la droga, pero reconoce que no es estudiante, académico ni administrativo, que no lo respalda ningún partido ni participa en ningún grupo porril.

 

Además, advierte del rumor del posible desalojo del auditorio y convoca a apoyar económicamente el movimiento para liberar a El Yorch e impedir el desalojo, firma la Cruz Negra Anarquista México.

 

Esquivel Muñoz, quien fue enviado al Centro Federal de Readaptación Social, en Hermosillo, podría quedar en libertad bajo fianza luego de que un juez reclasificó el delito grave del que se le acusó por no grave. La PGR apeló la decisión del impartidor de justicia.

 

Se solicitó información a la UNAM sobre los grupos que ocupan el auditorio así como los que tienen actividad política y delictiva en sus instalaciones, pero no se obtuvo respuesta.

 

Antecedentes

 

El auditorio fue el centro de mando del movimiento estudiantil que protagonizó la huelga en la UNAM, de abril de 1999 a febrero de 2000, en contra del cobro de cuotas.

 

Después de 264 días de paro la entonces Policía Federal Preventiva recuperó las instalaciones universitarias y detuvo a 632 personas que ocupaban el recinto, entre ellas a los líderes del ala ultra del Consejo General de Huelga, Alejandro Echavarría, El Mosh; Mario Benítez, El Gato y Alberto Pacheco, El Diablo, quienes fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación, de la Procuraduría General de la República, en Azcapotzalco.

 

En el inmueble fueron aseguradas 10 macetas con plantas de marihuana de distintos tamaños y cinco bombas molotov y a algunos de los participantes se les relacionó con el PRD. La Secretaría de Seguridad Pública capitalina participó con el resguardo de las zonas periféricas a las instalaciones de la UNAM.

 

El desalojo fue a solicitud de la Juez Segundo de Distrito en materia penal y la orden autorizó el uso de la fuerza pública. La PGR tenía la orden de restituir a la UNAM los bienes de que había sido destituida, informó aquél día Everardo Moreno, Subprocurador de Procedimientos Penales, sin embargo, el mismo año, en cuanto salió la PFP, volvieron a invadir el auditorio.