NACIONES UNIDAS. Dar oportunidades a los 600 millones de niñas adolescentes que viven en el mundo no solo es una responsabilidad moral, si no también una de las mejores maneras de asegurar el desarrollo de todo el planeta, defendieron expertos y autoridades en las Naciones Unidas (ONU).
El llamamiento, liderado por el Fondo de Población de la ONU, llega mientras crece la mayor generación de jóvenes de la historia y en un momento en el que, pese a muchos avances, las niñas siguen sufriendo discriminación.
El abandono escolar prematuro, los matrimonios forzados, la maternidad a edades muy tempranas y la explotación sexual son algunos de los factores negativos que más afectan a las adolescentes y que frenan su desarrollo.
“Imaginen la contribución a la sociedad que podrían hacer si eliminamos todas las barreras legales, sociales y económicas a su empoderamiento”, señaló hoy Mogens Lykketoft, el presidente de la Asamblea General de la ONU.
Lykketoft subrayó la necesidad de invertir en la educación y salud de las adolescentes y de trabajar para acabar con los “estereotipos de género dañinos”.
“Imaginen el impacto positivo de esos cambios en sus propias vidas, para sus familias, para sus comunidades y para el desarrollo social y económico más amplio”, insistió en su intervención ante un foro sobre este asunto celebrado en la sede de Naciones Unidas.
El político danés destacó que esa transformación, en especial la entrada de las mujeres al mercado laboral, es el “mayor cambio” en los países desarrollados que él ha vivido desde su nacimiento y un avance que ha tenido “beneficios increíbles para toda la sociedad”.
Para extender eso a todo el mundo, los expertos de la ONU ven fundamental acabar con los matrimonios infantiles y retrasar la maternidad de las jóvenes, facilitando el acceso de todas a métodos anticonceptivos.
“Cuando las adolescentes son libres para definir sus vidas y disfrutar de sus derechos, incluido su derecho a la salud sexual y reproductiva, ellas y sus familias son más sanas y los países y las economías son más robustos y más sostenibles”, destacó el director ejecutivo del Fondo de Población de la ONU, Babatunde Osotimehin.
Según la ONU, cada año 15 millones de niñas se casan antes de cumplir los 18 años y cada día nacen 7 millones de bebés de madres adolescentes en los países en desarrollo.
Esas niñas tienen muchas más probabilidades de sufrir violencia de género y de morir en el parto que aquellas que se casan y son madres después de los 20.
También tienen muchas menos posibilidades de estudiar, una de las claves para su desarrollo y el de su entorno, según Naciones Unidas.
“Cada curso de escuela secundaria aumenta los salarios futuros de las niñas hasta un 20 por ciento. Cuando las mujeres y niñas tienen ingresos, reinvierten el 90 por ciento de ellos en sus familias, dos o tres veces más que los hombres”, explicó el subsecretario general de la ONU, Jan Eliasson.
Por todo ello, la organización aboga por concentrar inversiones en las adolescentes, para mejorar su situación en todo el mundo y por el efecto multiplicador que su desarrollo tiene para las sociedades.
Este foro especial sobre las adolescentes dio hoy el pistoletazo de salida a la 60 sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer de la ONU, que se abre oficialmente el próximo lunes.
Esta cita, que se prolongará durante diez días, se centra este año en el vínculo entre el empoderamiento de la mujer y el desarrollo sostenible, sobre todo en el marco del plan de Naciones Unidas contra la pobreza para los próximos quince años.