MIAMI. El voto de unos 2.6 millones de hispanos será decisivo en las primarias que republicanos y demócratas celebrarán este martes en Florida con el fin de despejar el camino para la elección de los candidatos que competirán por la Casa Blanca el 8 de noviembre.
Florida ha sido escenario esta semana de debates, reuniones y mítines en los que los aspirantes demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders, y los republicanos Donald Trump, John Kasich, Ted Cruz y Marco Rubio, ambos de origen cubano y el segundo nacido en el estado, han buscado congraciarse con el electorado latino.
Para ambos partidos es una contienda clave porque aporta un gran número de delegados para las respectivas convenciones, 99 en el caso de los republicanos y 214 en el lado de los demócratas, y en el que el voto hispano o latino es fundamental, especialmente en las votaciones apretadas.
Florida es el tercer estado del país con un mayor potencial de electorado latino, que representa el 18 % de los votantes elegibles, y al mismo tiempo es uno de los más diversos e indecisos.
En su mayoría estos votantes son de origen cubano (31 %), seguidos de los puertorriqueños (27 %), que ya son un millón en Florida, y los mexicanos (9 %).
Para Cynthia Hudson, vicepresidenta senior, gerente general y de estrategia hispana para CNN/US de CNN en Español, el concepto “voto latino” es demasiado amplio, pero se puede decir sin temor a equivocarse que “la inmensa mayoría son demócratas” y que tienen un peso muy importante en las elecciones en Estados Unidos.
El presidente Barack Obama tiene que “darle las gracias a los latinos no solo por su primera elección, sino por toda su Presidencia”, señaló en unas declaraciones a Efe.
Una cosa destacable es que la gran mayoría de los latinos inscritos para votar son mujeres, así que son ellas, dentro de su comunidad, las que “van a determinar quién gana”.
Además hay una importante población latina joven, que son los primeros miembros de sus familias que son ciudadanos estadounidenses y también los primeros votantes, pero a los que les falta educación cívica e información para registrarse como electores, agregó.
En esta campaña CNN en Español y el Centro de Estudios Latinoamericanos, Caribeños y Latinos (CLACLS) del Centro de Postgrado de la Universidad de la Ciudad de Nueva York están realizando una serie de informes sobre el perfil del electorado hispano en Estados Unidos.
En el último, publicado esta semana, el profesor Laird W. Bergad, director de CLACLS, señala que “no hay duda de que la Florida y sus 29 votos (circunscripciones) electorales serán decisivos para la victoria de cualquier partido en las elecciones de noviembre de 2016 y que los latinos jugarán un papel decisivo en la determinación del resultado en el estado”.
Según Hudson, “nadie en estos momentos puede tener la certeza de qué va a pasar” en Florida, pero se mostró convencida de que a Trump, favorito en la carrera republicana, “no le va a ser tan fácil el triunfo”.
Las encuestas le sitúan en primer lugar, seguido de Rubio, quien si no gana en su estado natal se le agotan las posibilidades de remontar en esta carrera.
El informe de CNN y CLACLS revela que a partir de 2006 se ha producido un cambio en el Partido Republicano, el preferido tradicionalmente por los cubano-estadounidenses. Un significativo porcentaje de latinos de la Florida están registrados como demócratas o no afiliados a partido alguno.
En el lado demócrata la diversidad del electorado en Florida juega a favor de Clinton, quien lleva la delantera a su único rival, el senador Sanders, y ha enfocado su campaña en las mujeres, las minorías, entre ellas los hispanos, los homosexuales y especialmente los afroamericanos, de los cuales la exsecretaria de Estado ha recibido un gran apoyo electoral.
En el debate de la cadena hispana Univision y CNN, realizado el pasado miércoles en Miami, Clinton y Sanders defendieron la necesidad de una reforma migratoria y de detener las deportaciones, y coincidieron en apoyar la normalización de relaciones con Cuba.
Los aspirantes republicanos mantienen su fuerte retórica antiinmigrante, con Donald Trump a la cabeza, quien es el que más delegados ha conseguido hasta ahora, pero todavía está lejos de los 1.237 necesarios para ganar la nominación.
Cruz y Rubio, pese a ser de origen cubano, defienden políticas de mano dura contra los inmigrantes irregulares, pero Rubio, que necesita una victoria en Florida para seguir en carrera, ha hecho uso de su perfecto español en los últimos mítines.
El 12 % de los electores republicanos en Florida es hispano y en ellos tiene puestas sus esperanzas.
El “estado del sol” fue esta semana también escenario para las llamadas jornadas de ciudadanía, proceso que tarda en promedio seis meses, para aprovechar aún más el potencial del voto latino, que en Florida es de más de la mitad de su población (53 %).
El número de votantes hispanos en las elecciones presidenciales de Florida casi se triplicó entre 1996 y 2012, al pasar de 510 mil a casi 1.4 millones, un incremento del 174 %, según la Asociación Nacional de Funcionarios Públicos Latinos Elegidos (NALEO).