Las ciclovías ubicadas en las avenidas Revolución y Patriotismo llevan un retraso en su construcción, pues aunque en una de las arterias casi se concluyen los trabajos, en la otra lo único concluido es el balizamiento.

 

En septiembre del año pasado, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) lanzó la licitación para la construcción de las vías exclusivas para ciclistas en dichas avenidas. De acuerdo con el documento publicado en la Gaceta Oficial, las obras comenzarían en octubre y concluirían en diciembre de 2015.

 

Posteriormente, la delegación Benito Juárez y la Sedema anunciaron oficialmente el inicio de las obras el 15 de noviembre con una  nueva fecha de término para febrero de 2016. A un mes de vencido el plazo, los trabajos no han concluido.

 

24 HORAS realizó un recorrido en las dos arterias donde operarán las ciclovías. A diferencia de otras vías similares, en éstas el espacio entre los autos y la bici está separado por jardineras que ocupan un área similar a la destinada para los transportes no motorizados.

 

En el caso de Avenida Revolución, la mayor parte de las jardineras ya están instaladas y en el carril confinado hay pintura para indicar el paso de las bicicletas. Aunque el área ya es usada por ciclistas, los autos invaden la ciclovía con frecuencia sin que personal de tránsito se los impida.

 

En Patriotismo no hay ninguna jardinera terminada: el mayor rezago de los trabajos se ubica en las primeras calles desde el cruce de Benjamín Franklin hasta Viaducto Miguel Alemán. En ninguna de las dos avenidas hay muestras de que se implementarán cruceros seguros.

 

Ayer, ciudadanos convocados a través de redes sociales acudieron a las ciclovías para revisar las condiciones actuales de la obra y con ello realizar un diagnóstico sobre cómo funcionan algunos tramos y para analizar los posibles retos a futuro. El diagnóstico con las opiniones de los usuarios será entregado el próximo jueves a las autoridades involucradas en la construcción y vigilancia de la ciclovía.

 

Ciclovía todavía no es segura

 

Patricio Ruiz, uno de los participantes, señaló que en este momento la ciclovía no es segura por dos razones principales: no hay claridad si se tiene que usar o no y no hay aplicación de la ley en torno a la liberación de vialidades para peatones y ciclistas.

 

“No hay nada que avise que es un espacio en obra. Urge de manera prioritaria el señalamiento de obra, cuando estás construyendo un edificio o cavando un hoyo, acordonas o señalas y delimitas y desvías el tráfico. Y aunque hay policías dirigiendo el tráfico, no hay operativos para liberar las banquetas, esto es crítico porque las personas que andan a pie tienen que bajar de la banqueta porque está llena de coches”.

 

Xavier Treviño, director del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo opinó que debido a que aún están en obra, no se puede determinar qué tanta funcionalidad o deficiencias tendrá la ciclovía.

 

Consideró que, de entrada, el diseño geométrico se logró. El confinamiento con jardineras, primer modelo en su tipo dentro de la ciudad, es una obra que se tendrá que verificar una vez que opere, pues el objetivo principal es lograr que los autos no invadan la vía.