Durante el primero de los dos conciertos que ofrecerán esta semana los Rolling Stones en la Ciudad de México, el vocalista Mick Jagger bromeó sobre la entrevista del actor estadunidense Sean Penn al narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán.
“Sean Penn vino a verme al hotel a entrevistarme, pero me le escapé”, dijo el cantante en tono de broma a las cerca de 60 mil personas reunidas en el Foro Sol.
“Hace 10 años que no estábamos en México, es chingón (bueno) estar de vuelta. Antes tomábamos tequila y ahora tomamos mezcal”, expresó Jagger ante los gritos de sus fanáticos.
Vino “Out of control” y luego “Street fighting man”, que fue la canción más votada por los “fans” en redes sociales tras la que siguieron “Wild horses”, “Paint it black” y “Honky tonk women”.
“La estamos pasando bien en México. Fuimos al Zócalo y a las Pirámides (de Teotihuacán) y lo mejor fue cuando fuimos a las luchas y yo me quise subir al ring”, contó Mick Jagger, quien aprovechó para presentar a toda la banda y a sus músicos de acompañamiento, un momento especial ocurrió cuando dijo: “y en la guitarra, mi compadre Keith Richards”.
El guitarrista, 72 años, entonó dos canciones: “You got the silver” y “Before they make me run” junto con Ron Wood y Charlie Watts.
Uno de los mejores momentos del concierto llegó cuando regresó Jagger a la voz y la banda presentó “Midnight rambler”, una pieza en la que demostraron porqué son el mejor grupo tocando blues y rock and roll, tal fue el dominio del escenario que Jagger hizo cantar a su gusto a los asistentes.
El espectáculo se inició en lo alto, se mantuvo en esa línea y no hubo un momento que decayera. Los cuatro Stones, todos con más de 70 años, demostraron que la fuerza de sus canciones y la suya no ha menguado y al contrario sonaron potentes y con un audio impecable.
El próximo jueves dará su segundo concierto en la Ciudad de México. (Con información de EFE)