Esta primavera, nueve estudiantes mexicanos de entre 20 y 21 años ganaron el primer lugar en el Robotchallenge 2016, un gigantesco concurso internacional que pone a trabajar a los mejores estudiantes de ingeniería de todo el mundo. En entrevista, los jóvenes comentan orgullosos que, cuando menos en la ciencia y en la robótica, México es todo menos discriminado; de hecho, es de los competidores más temidos en el mundo.
Los estudiantes mexicanos del Club de Robótica del Instituto Tecnológico Superior de Poza Rica viajaron a la ciudad austriaca de Viena el pasado 12 y 13 de marzo para participar en el RobotChallenge 2016 y regresaron victoriosos: le sumaron a su palmarés dos medallas de oro, una de plata y otra de bronce por la construcción y programación de cuatro robots que vencieron en las competencias de microsumo y “sprint” (carrera con obstáculos).
En medio de la fuerte campaña de denostación contra los mexicanos en Estados Unidos del aspirante presidencial Donald Trump, la cual es seguida por miles de sus partidarios, estos estudiantes mexicanos de Ingeniería (mecatrónica, electrónica, programación) decidieron que el esfuerzo, la concentración y el trabajo son las características que los definen.
El resultado de su trabajo, el de sus compañeros y el de muchos otros estudiantes mexicanos que brillan en las competencias internacionales, compartieron en entrevista con 24 HORAS, es que los mexicanos son vistos en este tipo de certámenes, donde participan alumnos destacados en ingeniería, matemáticas y programación de todo el mundo, como rivales difíciles de vencer.
“Lo que se diga de los mexicanos nos importa si dicen ‘ganaron, se llevaron el medallero’. Los mexicanos pueden, estamos logrando golpear fuerte y a nivel internacional estamos alcanzando los primeros lugares. Eso habla bien de nosotros, que los demás políticos hablen: cada quien se puede hacer su idea, pero nosotros estamos poniendo nuestra semilla para que vean que los mexicanos también podemos hacer grandes cosas”, compartió Eduardo Alfredo Bracho Mora, estudiante de Ingeniería en Mecatrónica de 21 años.
Al verlo, el robot XF-11 no parece la gran cosa, tiene la forma de la letra “H” solo que aplastada y muy delgada, construida en paneles de cables y circuitos; su precio tampoco dice mucho: alrededor de 25 mil pesos, en comparación con los cerca de 400 mil -20 mil euros- que puede llegar a costar un modelo diseñado por estudiantes europeos y ensamblado industrialmente.
Sin embargo, el XF-11, junto con sus compañeros “TOM” (competidor de microsumo), y los humanoides “MAYK” y “El Chavo” (modelos también aparentemente muy sencillos) fueron construidos por estudiantes mexicanos, vencieron a dos mil competidores en estas olimpiadas de la robótica y se llevaron cuatro de las 14 medallas disputadas en el encuentro internacional.
Este robot (XF-11) en el cual trabajó y operó José Israel Ortiz Hernández es del tipo Seguidor de Línea Avanzado, lo que quiere decir que es capaz de seguir una ruta, sortear un obstáculo y regresar otra vez a la ruta trazada. El diseño es tan efectivo que -de acuerdo con el líder del Club de Robótica, y asesor de los jóvenes ganadores, Alfredo Sánchez Jara- la empresa Bimbo ya contactó a los jóvenes para comprarles su modelo e implementarlo para el traslado de mercancías en sus bodegas.
“Nos sentimos muy bien porque llegamos a los concursos, ya sea en Colombia, en Brasil o en Rumania y cuando nos ven ahí automáticamente tienen miedo porque saben que siempre ganamos. En Viena me decían, ‘oye mexicano, tu robot es muy bueno’ y es el concepto que tenemos en el extranjero. Nos sentimos muy orgullosos del concepto que tienen del mexicano en el extranjero”, platicó José Israel, ganador de la medalla de oro por su modelo XF-11.
Datos
4 medallas obtuvieron los mexicanos de un total de 14 en disputa
2,000 competidores de diversos países participaron en las olimpiadas de robótica