La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) tachó hoy de “golpe histórico” a los derechos humanos el acuerdo entre Ankara y Bruselas para devolver a Turquía a todos los refugiados que a partir del próximo domingo crucen desde ese país a las islas griegas.
“El doble discurso colectivo de los líderes europeos no logra ocultar la miríada de contradicciones en las que incurre el trato sellado entre la Unión Europea (UE) y Turquía sobre cómo manejar la crisis de los refugiados”, señaló AI en un comunicado emitido desde su sede en Londres.
A partir del domingo comenzará a aplicarse una directiva que en la práctica permite enviar de vuelta a Turquía a los solicitantes de asilo que se acumulan en Grecia a la espera de que se tramite su petición.
Con ese acuerdo, la Unión Europea “ignora sus obligaciones internacionales de manera intencionada”, señaló el director para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional, John Dalhuisen.
“Las promesas de respetar las leyes internacionales y europeas parece un recubrimiento de azúcar para una píldora de cianuro que la protección al refugiado en Europa se ha visto forzada tragar”, señaló Dalhuisen.
El acuerdo incluye el llamado mecanismo “uno por uno”, por el cual por cada sirio devuelto a Turquía, la UE se compromete a aceptar por vías legales a otro sirio desde este país, e indica que este proceso se llevará a cabo de acuerdo con los criterios de vulnerabilidad de la ONU, según los cuales se dará prioridad en la su salida del territorio turco a las personas más débiles como mujeres y niños.
“Las garantías de respetar escrupulosamente la legalidad internacional son incompatibles con el anunciado retorno a Turquía de todos los inmigrantes irregulares que lleguen a las islas griegas”, sostuvo el responsable de AI.
“Turquía no es un país seguro para los refugiados e inmigrantes, y cualquier proceso de retorno que se base en que sí lo es debe calificarse de defectuoso, ilegal e inmoral”, afirmó Dalhuisen.