SEÚL. Corea del Norte aseguró hoy haber llevado a cabo con éxito un ensayo de lanzamiento de un cohete con combustible sólido, lo que supondría un avance en su programa de misiles en un momento de tensión militar en la región.
El logro del país comunista ayudará a “infundir un gran horror y terror en el corazón de los enemigos”, afirmó el líder Kim Jong-un, que felicitó a los científicos del país en su visita al lugar de la prueba, según informó la agencia estatal norcoreana de noticias KCNA en un comunicado.
El medio oficial aseguró que los resultados de la prueba coincidieron con los valores estimados previamente y “están en línea completa con todos los indicadores científicos y tecnológicos”.
El éxito del ensayo de cohetes con combustible sólido “es de gran importancia histórica y estratégica” y servirá para “reforzar notablemente la capacidad militar” del país, según la KCNA.
El combustible sólido permite, según expertos, cargar los proyectiles más rápido y mantenerlos durante largas temporadas almacenados y listos para disparar, al contrario que el combustible líquido.
Así se cree que su uso puede dar un importante impulso al programa de misiles de corto, medio y largo alcance del país comunista.
En este sentido, el Gobierno de Corea del Sur consideró una seria amenaza el desarrollo de cohetes con combustible sólido de Pyongyang.
El nuevo avance de Corea del Norte implica que podría llevar a cabo lanzamientos de misiles “con más frecuencia”, según indicó un portavoz del Ministerio de Defensa de Seúl en rueda de prensa.
Las Fuerzas Armadas surcoreanas preparan medidas de respuesta, afirmó, tras asegurar que Corea del Norte se encuentra en “una etapa temprana” del desarrollo de cohetes con combustible sólido.
La nueva amenaza militar llega en un momento de tensión después de que Corea del Norte llevara a cabo su cuarta prueba nuclear a principios de enero y el lanzamiento de un cohete espacial en febrero considerado un ensayo de misiles encubierto.
Como castigo el Consejo de Seguridad de la ONU impuso al país fuertes sanciones financieras y comerciales, mientras EU, Corea del Sur y Japón dictaron medidas punitivas adicionales de forma unilateral.
Además, Seúl y Washington llevan a cabo hasta finales de abril en territorio surcoreano unas maniobras militares a gran escala, consideradas un “ensayo de invasión” por Corea del Norte.
En respuesta a esta situación, el régimen de Kim Jong-un ha emitido numerosas amenazas de guerra y ha realizado varios lanzamientos al mar de misiles de corto y medio alcance.