El uso de materiales reciclados y la reducción de emisiones contaminantes durante el proceso de fabricación son las señas de identidad de las empresas de calzado sostenible “made in Spain” que, en un futuro próximo, anuncian incluso la aparición de zapatos veganos.

 

El calzado vegetal ecológico utiliza materias primas como el maíz, el algodón o el kenaf -planta tropical extendida en África y Asia- extraídas de plantaciones españolas, que son procesadas gracias a fuentes renovables e impulsando las labores artesanas, explicó a Efeverde Lorena Gasco, cocreadora y codirectora de la firma aragonesa Ray Musgo, que fomenta además el desarrollo local.

 

“Obtener las materias primas en España disminuye los contaminantes emitidos a la atmósfera y disminuye la huella de carbono, ya que el proceso reduce notablemente” los kilómetros que tienen que recorrer para llegar al taller y, después, para que las manufacturas sean transportadas a los puntos de venta, ha precisado esta emprendedora.

 

Gasco decidió apostar por la moda sostenible tras trabajar en un laboratorio y conocer allí de primera mano las consecuencias de las sustancias “contaminantes y cancerígenas” en el sector.

 

Moda ecológica: diseño y derechos laborales

 

La necesidad de crear un vestuario más respetuoso con el entorno sin olvidar las tendencias en diseño y los derechos de los trabajadores, son algunos de los principios que se marcó desde el primer momento para su aventura empresarial.

 

Por ello, los modelos de esta marca incluyen características ecológicas como el empleo de extractos vegetales en lugar de cromo para curtir las pieles, el uso de madera reciclada para revestir los tacones y de microfibra ecológica antibacteriana en los forros y la eliminación del níquel para evitar posibles alergias en sus hebillas y cremalleras.

 

Sin embargo, “no renunciamos a elementos innovadores como el poliuretano termoplástico”, fabricado con energías renovables, para las suelas.

 

Otras materias primas que se emplean como curtido vegetal en este tipo de calzado proceden de árboles como la mimosa y el castaño, con la vista puesta en uno de los proyectos de esta marca: el desarrollo de líneas de calzado específicas para el público vegano.

 

“Las personas que optan por una alimentación que no incluye productos de origen animal demandan cada vez más un vestuario acorde con su estilo de vida”, en el que no figure ningún elemento de esta procedencia.

 

Calzado “100% biodegradable”

 

Gasco ha explicado que su empresa estudia el desarrollo de zapatos o sandalias que “serían 100% biodegradables, confeccionadas exclusivamente a partir de fibras vegetales”, manteniendo la artesanía, el diseño y las fuentes renovables durante el proceso de fabricación.

 

La moda sostenible, para esta especialista, es “una alternativa al sistema de consumo vigente, que está vinculado a la crisis económica” y que hay que diferenciar de “la indumentaria barata que ofrecen las multinacionales”.

 

“Lo barato a largo plazo sale caro y no hay más que ver lo que dura una prenda fabricada en países como China”, insiste, “es algo sobre lo que deberíamos reflexionar”.

 

El retorno a la tradición a través de la artesanía o el negocio local “conlleva beneficios diversos” como evitar las colas masivas de compradores en los grandes comercios, mantener un contacto más cercano entre el comerciante y la clientela o reducir la huella de carbono de las manufacturas, aportando así “un granito de arena” a la sostenibilidad del planeta.

 

Por ello, este tipo de moda y, en particular, el calzado vegetal suponen un “amplio abanico de oportunidades”, si bien todavía “queda mucho por hacer”.

 

Finalmente, para involucrar a un creciente número de personas en este tipo de consumo, la emprendedora mantiene que “la educación es la principal herramienta de concienciación de la sociedad” por lo que ha instado a “promover el conocimiento ambiental a todos los niveles”.