Ante la relevancia que puede alcanzar la Constitución de la Ciudad de México, la diputada Araceli Damián González, recalcó que es necesario que en la discusión haya mecanismos de participación ciudadana y apertura a organizaciones de la sociedad civil.
Ello, dijo, a fin de garantizar el cumplimiento pleno de lo establecido por el transitorio séptimo de la Reforma Política, que mandata al jefe de Gobierno a conocer las propuestas de la ciudadanía y de las organizaciones civiles y sociales de la Ciudad de México.
La legisladora de Morena solicitó al comisionado para la reforma política de la Ciudad de México a que maximice la protección, la promoción, el respeto y la garantía de los derechos humanos.
Además, pidió a los secretarios técnico y ejecutivo del grupo de trabajo garantizar la mayor apertura para la participación ciudadana, además de la inclusión de las propuestas ciudadanas y de los integrantes del grupo de trabajo en la redacción del proyecto de Constitución de la Ciudad de México.
La legisladora opinó que la reforma política se encuentra lejos de ser perfecta o democrática, pues una de sus fallas reside en que el Constituyente será electo por la ciudadanía tan sólo en 60%, lo que significa que el resto de sus integrantes será una imposición.
Sostuvo que a diferencia de cualquier constituyente, en el país el artículo transitorio séptimo, en su penúltimo párrafo, señala que es facultad exclusiva del jefe de Gobierno de la Ciudad de México elaborar y remitir el proyecto de Constitución Política de la Ciudad de México.
El documento se hará llegar a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, para su discusión y en su caso, modificación, adición y votación, lo que significa, aseveró, que el Constituyente en realidad sólo será una oficialía de partes.
Damián González agregó que deben ser retomados y protegidos los derechos sociales que se han garantizado en la Ciudad de México, y no debe desperdiciarse la oportunidad histórica de salvaguardar los derechos humanos en la capital del país.