El recorte por 200 millones de pesos al presupuesto del Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario (Pronafim) no afectará la entrega de créditos a este sector, debido a que los recursos que se ahorren se aplicarán a la capacitación de las microfinancieras que otorgan los créditos, afirmó Cynthia Villarreal, coordinadora general del programa.

 

En entrevista, mencionó que pese a que recibirán 81% menos recursos, esto no significa que haya menos recursos para los créditos, pues Pronafim tiene dos fideicomisos con un monto de dos mil 500 millones de pesos que son propiedad del programa y sirven para fondear los créditos.

 

“El Pronafim tiene dos fideicomisos y estos tienen su propio patrimonio, entonces el recorte presupuestal nos afectó poco porque tenemos nuestro propio patrimonio”, precisó.

Foto: Daniel Perales | 24 HORAS

 

El programa fue creado hace 15 años para otorgar créditos que van de mil a 50 mil pesos y los fideocomisos se construyeron desde entonces con los recursos que recibían del presupuesto y se destinaban para los créditos y que daban ganancias que se usaban para dar capacitación.

 

Pronafim entrega los recursos a microfinancieras que trabajan en lugares apartados en los que no hay bancos para que estas entidades entreguen los créditos que se pagan en un máximo de cuatro meses para actividades de comercio y servicios.

 

“Tenemos muchos acreditados que son artesanos, mujeres que bordan hamacas en el sur de Yucatán, hay gente que hace labrado en madera, ventas por catálogo, producción de alimentos, entre otras cosas”, comentó Villarreal.

 

La coordinadora de Pronafim aseguró que por esta razón, al cierre de este año serán más de un millón de créditos para apoyar a los microempresarios.

 

“El año pasado cerramos con un millón 109 mil microcréditos entregados, esto es 5% más de lo que se entregó en 2014. Este año esperamos mantener la misma cifra que el año anterior”, aseguró.

 

Los créditos que otorga el Pronafim no requieren de garantías, aunque para tener acceso a ellos, hay que integrarse en grupos solidarios de las comunidades, que se forman principalmente por mujeres que ya recibieron un microcrédito.