Para el olvido. Así fue la exhibición de la selección española en una noche de juego nefasto y sin pegada, ante una Rumanía motivada y perseverante que intentó estar en todo momento a la altura del amistoso, disputado en la ciudad de Cluj, y que terminó con un infumable empate a cero.
Y es que España tiene mucho que mejorar de cara a la Eurocopa si quiere volver a hacer historia. Lo demostró ayer, cuando los pupilos de Vicente del Bosque se desinflaron en pocos minutos y permitieron el dominio de los rumanos, a manos de Florin Andone, delantero del Córdoba, y Nicusor Stanciu.
Hasta el descanso, los españoles se desconectaron del juego pese a que se cambiaba de banda a Pedro para relanzar el contraataque, dejando el control de la pelota a los locales.
Tras la reanudación, España falló un gol cantado después de que Piqué, quien salió del terreno de juego en el minuto 51, se quedó solo en el área tras una acción a balón parado, pero disparó a las manos de Tatarusanu.
La entrada de Isco y Cesc agilizaron el juego desplegado por la selección española, sobre todo porque quitó presión a Silva, sin duda el más activo de los atacantes. Del Bosque dio entrada, además, a Nacho y Aduriz para que gocen de más tiempo para hacerse un hueco en la selección, que aspira a revalidar el título continental en la Eurocopa de Francia.
Con este empate, España y Rumanía se mantienen con cinco victorias cada uno en sus enfrentamientos. Es el sexto empate entre ambos.