Mucho se ha escrito y publicado acerca de los beneficios de tomar una siesta todos los días, pues se ha comprobado que mejora la digestión, la memoria es más eficaz y un largo número de cualidades positivas que tiene dormirse un rato.
Pero hay que hacerlo con moderación, pues un reciente estudio señala que las siestas de más de 40 minutos o estar excesivamente cansado durante el día, está asociado con un mayor riesgo de desarrollar síndrome metabólico, según un estudio reciente que se presentó en la 65 Sesión Científica Anual de Cardiología, organizada por el Colegio Americano de Cardiología.
Según la presentación, las siestas que duran más de 40 minutos provocan problemas como presión arterial elevada, aumento en los niveles de colesterol, exceso de grasa alrededor de la cintura y azúcar en la sangre, todo ello teniendo como resultado final un serio incremento en el riesgo de una persona de desarrollar enfermedades cardiacas.
También se encontró una relación directa entre estar con cansancio todo el día y un mayor riesgo de síndrome metabólico, el cual disminuye entre las personas que suelen echarse una siesta de menos de 30 minutos.
“Echar siestas está muy extendido en todo el mundo”, señala el autor principal del estudio, Tomohide Yamada, especialista en diabetes en la Universidad de Tokio. “Por lo tanto, aclarar la relación entre las siestas y la enfermedad metabólica podría ofrecer una nueva estrategia de tratamiento, especialmente ya que la enfermedad metabólica ha ido aumentando constantemente en todo el mundo”, expresó.
Este análisis evaluó datos de 21 estudios observacionales que implicaron a 307 mil sujetos asiáticos y occidentales, y se basó en el trabajo previo de Yamada y sus colegas, que relacionaba largas siestas y somnolencia durante el día a una mayor prevalencia de enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2.
Los investigadores compararon las respuestas de los participantes y los resultados mostraron una relación en forma de J entre el tiempo dedicado a las siestas y el riesgo de síndrome metabólico. Los sujetos que dormían siesta durante menos de 40 minutos no mostraron ningún incremento en el riesgo de este trastorno, pero más allá de 40 minutos, el riesgo se elevó significativamente.
Un estudio anterior de Yamada y sus colegas relacionó siestas de más de una hora a un aumento de 82% de enfermedad cardiovascular, y un aumento de 27% en todas las causas de muerte.
Por lo anterior, los especialistas sugieren siestas de entre 20 y 30 minutos, para mejorar el estado de alerta sin dejar a las personas aturdidas cuando se despiertan. “El sueño es un componente importante de nuestro estilo de vida saludable, así como la dieta y el ejercicio”, apuntó Yamada.