BERLÍN. Alemania se dio este martes un festín con una goleada por 4-1 ante Italia, su bestia negra, a la que no derrotaba desde 1995 y a la que superó de comienzo a fin del amistoso disputado en Múnich.

 

Alemania salió con un experimento destinado a solucionar los problemas que ha tenido en defensa y también hecho a la medida para un rival como Italia.

 

El seleccionador germano, Joachim Löw, apostó por tres centrales que eran respaldados cuando Italia atacaba por dos laterales -Sebastian Rudy y Jonas Hector-, que, con el balón en poder alemán, jugaban bastantes adelantados.

 

De ahí en adelante todo apuntaba al control y la búsqueda de jugadas de ataque como se vio en el hecho de que Mesut Özil y Toni Kroos aparecían como volantes de contención

 

Con ese planteamiento, Alemania cerró el área -el portero barcelonista Marc André Ter Stegen prácticamente no tuvo trabajo durante la primera parte- y logró tener superioridad numérica en la propia mitad cuando Italia atacaba.

 

Hacia adelante, Alemania procuraba combinar y abrir el campo para llegar al área con centros reiterados desde las bandas.

 

En el minuto 8 llegó la primera ocasión, en los pies de Özil. Y en el 24, Kroos abrió el marcador con un disparo de primeras ajustado al palo desde la media luna aprovechando un rebote tras un centro de Thomas Müller desde la derecha.

 

Mientras Ter Stegen en la portería alemana sólo aparecía para recibir pases atrás o de cuando en cuando cortar un balón aéreo, Buffon tuvo que intervenir dos veces en los minutos siguientes al gol.

 

En el 28, desvió a saque de esquina un remate de Müller desde fuera del área, y en el 31 paró, sin mayores problemas, un disparo de Julian Draxler.

 

La primera llegada italiana sólo se produjo en el 32, con un remate a las nubes de Lorenzo Insigne desde fuera del área.

 

La trayectoria del partido hablaba a favor de Alemania y en el minuto 44 llegó el segundo gol, que reflejaba esa situación en el marcador. El origen estuvo otra vez en un centro de Müller desde la derecha que aprovechó Mario Götze para marcar de cabeza tras colarse entre el Darmian y Bonucci.

 

El segundo tiempo se inició con la primera ocasión italiana del partido -un remate desviado de Riccardo Montolivo desde buena posición-, pero en general el planteamiento alemán seguía dando frutos, con pocos espacios para un rival que por momentos parecía maniatado.

 

El tercer gol lo marcó Hector en el minuto 59 tras una gran combinación entre Draxler y Götze, con devolución de tacón incluida del segundo.

 

Al ganar el área, Bonucci no pudo seguirlo porque dio un mal paso y se lesionó en la jugada, Draxler toco el balón al centro donde apareció Hector para definir a placer

 

El cuarto llegó de penalti en el minuto 74 tras una falta de Buffon a Rudy cuando éste se disponía a marcar. Lo convirtió Özil,

 

El descuento italiano, logrado con un remate de El Shavaary en el 83, sólo quedó para la estadística.