Por la colusión entre varias empresas que participan en el mercado del pollo, las familias de la Ciudad de México pagaron un sobreprecio de 32.4% durante 44 días –transcurridos entre 2008 y 2009-, lo que equivale a una afectación de al menos 107 millones de pesos, informó la Comisión Federal de Competencia (Cofece).
El daño a los consumidores se calculó con base en un análisis ex post para medir los efectos causados por la colusión (práctica monopólica absoluta) realizada por Bachoco, Pilgrim’s, San Antonio, Tyson y Pollo de Querétaro, con la intermediación y ayuda de la Unión Nacional de Avicultores (UNA).
De acuerdo con el estudio, que hizo público el órgano antimonopolios, los competidores pactaron para imponer un piso mínimo en el precio de este producto, específicamente en mercados públicos y pollerías. “Estas acciones anularon el proceso de competencia e impidieron a los consumidores acceder a precios más bajos y generaron ganancias extraordinarias a los agentes económicos coludidos.”
Por estos hechos, el Pleno de la Comisión resolvió, en octubre de 2013, imponer una multa por 132 millones de pesos a los agentes económicos y personas físicas involucradas, además de ordenarles suprimir la práctica. Los sancionados acudieron al Poder Judicial para interponer, cada uno por su parte, juicios de amparo respecto a esta decisión, los cuales aún se encuentran pendientes de resolución definitiva.