BRUSELAS. Un centenar de los casi 400 policías que trabajan en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem, uno de los escenarios de los ataques terroristas en la capital belga el 22-M, denunció hoy en una carta abierta a su jerarquía fallos de seguridad que a su juicio facilitaron los atentados.
“Escribimos el 22 de marzo de 2016. Cada policía que trabaja en el aeropuerto de Zaventem esperaba que una fecha así se produjera“, indican los agentes en su misiva, redactada en neerlandés.
Según señalan, su carta expresa “la frustración de policías de primera línea ante la mala gestión, un grito de angustia en favor de la seguridad de los aeropuertos nacionales”.
En concreto, los agentes lamentan “la negación de señales” y la “ausencia de seguridad” de la que se han aprovechado “los que han reconocido el terreno para los terroristas”.
Los policías firmantes de la carta lamentan por ejemplo la ausencia de control en áreas como la designada a que los vehículos aparquen brevemente para depositar o recoger a viajeros, en la que los vehículos pueden aproximarse al edificio de la terminal.
Asimismo, apuntan a que gran parte de los trabajadores del aeropuerto que se ocupan de la gestión de los equipajes en las pistas tienen antecedentes judiciales, “a menudo por hechos criminales graves”.
También subrayan que el personal policial en el aeropuerto cuenta con material y armas antiguos y unas instalaciones “desastrosas” que limitan la diligencia de su trabajo.
Otro punto que denuncian es la escasez de personal y que las permanencias de 24 horas sólo las realiza un núcleo de inspectores que deben doblar turnos.
Según indican, la oficina judicial de señalización, que también forma parte del servicio de vigilancia, presenta igualmente “déficit abismales” con turnos de doce horas en las que el personal “nada entre el papeleo”.
Estos hechos ilustran, a su juicio, una “situación apremiante”, y hacen que “se pierda por completo” el tiempo y energía dedicados por parte del cuerpo policial a la seguridad del aeropuerto.
“La falsa sensación de seguridad en el aeropuerto era un secreto abierto. Con las imágenes de los ataques grabadas en nuestra memoria y con gran espíritu de equipo, esperamos que estos hechos finalmente sean reconocidos y se les haga un seguimiento continuo“, concluyen los agentes.
JS