WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dio hoy la bienvenida a los líderes de más de 50 países e inauguró la Cumbre de Seguridad Nuclear, que se centrará en evitar que los materiales necesarios para construir un arma atómica caigan en manos de grupos terroristas como el Estado Islámico (EI).

 

Con una cena de bienvenida en la Casa Blanca, el mandatario estadounidense inauguró la cuarta Cumbre de Seguridad Nuclear, en la que se espera que los líderes mundiales conversen sobre medidas para evitar que el grupo yihadista EI acceda a los materiales nucleares que varios países albergan para su uso civil o militar.

 

En una reunión previa a la cena, Obama aseguró que su homólogo francés, François Hollande, ha “movilizado a la comunidad europea” en el combate al terrorismo, y ambos analizaron formas de estrechar la cooperación bilateral en esa materia para evitar nuevos ataques como los de Bruselas y París.

 

El gobernante estadounidense consideró que hay una “gran urgencia” de lidiar contra la lacra del terrorismo global tras los atentados del 22 de marzo en Bruselas, que causaron 32 muertes, y los ataques de noviembre en París, que dejaron 130 fallecidos.

 

El Estado Islámico (EI), que reivindicó ambos ataques, debe “ser acorralado” en Irak y Siria, afirmó Obama.

 

En ese encuentro, Obama se sentó entre el presidente chino Xi Jinping y el primer ministro de India Narendra Modi, con el que mantuvo una animada conversación al principio de la cena.

 

La Cumbre de Seguridad Nuclear se celebra cada dos años desde 2010 por iniciativa de Obama, quien prometió al comienzo de su mandato convertir en una prioridad la no proliferación nuclear e instó a la comunidad internacional a avanzar hacia “un mundo libre de armas atómicas”, durante un discurso en Praga en 2009.

 

Rusia, el país con el mayor arsenal nuclear del mundo, decidió no asistir a la cumbre por considerar que hubo “falta de cooperación a la hora de elaborar la agenda” del encuentro, según explicó este miércoles el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

 

Su ausencia dificulta el alcance de grandes acuerdos sobre seguridad nuclear, pero la Casa Blanca confía en que la cita sirva para aumentar la coordinación internacional contra el Estado Islámico y analizar, en particular, la posibilidad de que ese u otros grupos terroristas obtengan un arma nuclear.

 

Ese riesgo se analizará este viernes en una sesión plenaria durante la jornada principal de la cumbre, a la que asisten mandatarios y ministros de 52 países.

 

Nueve naciones del mundo concentran más de 15.000 armas nucleares -EEUU, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte- pero el 90 % de ese arsenal está en manos estadounidenses y rusas.

 

A la cumbre asisten tres presidentes latinoamericanos: el mexicano, Enrique Peña Nieto; el argentino, Mauricio Macri; y la chilena, Michelle Bachelet.

 

Entre los líderes está también el presidente francés, François Hollande; el chino, Xi Jinping; el primer ministro británico, David Cameron; el primer ministro de India, Narendra Modi; el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan; y el presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev.