La remoción de Miguel Basáñez Ebergenyi como Embajador de México en Estados Unidos, se debió a una estrategia para fortalecer la red de atención a los connacionales en este país, ante la posibilidad de enfrentar un escenario “que puede verse como adverso”, precisó el presidente Enrique Peña Nieto.

 

“No es una destitución propiamente, sino es una remoción en razón de darle un fortalecimiento a alguien con una experiencia, sobre todo en el trabajo consular, en donde está nuestra red de atención a connacionales”, que queremos fortalecer, apoyar y respaldar, dijo en entrevista.

 

Al término de la presentación del informe anual de labores del presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, el mandatario subrayó a pregunta expresa, que los cambios diplomáticos no fueron resultado de una mala gestión, ni se trata de una objeción.

 

Subrayó que la decisión está relacionada con las condiciones que enfrentan los mexicanos en ese país y “tiene que ver con darle mayor fuerza, solidez al trabajo que se está haciendo allá, sobre todo por el escenario que estamos viviendo. Es una estrategia”, sostuvo.

 

“Yo tengo un amplio y gran reconocimiento a nuestro embajador Miguel Basañez”, dijo el Ejecutivo federal sobre el diplomático que estuvo al frente de la representación mexicana en Estados Unidos por siete meses, y afirmó que está abierta la posibilidad de que sea nombrado embajador en otro país.