Era, digamos, octubre de 2014.
Gustavo Madero y el Partido Acción Nacional (PAN) se hundían en los escándalos por los moches, forma muy panista de gestionar recursos federales para obras municipales y cobrar comisión a los alcaldes.
O a los gobernadores azules, lo mismo da.
Alarmado, un grupo de diputados federales acudió con su coordinador, Ricardo Anaya, para pedirle poner freno a esa situación y evitar el hundimiento de un partido supuestamente comprometido con la moralidad y la transparencia.
–No hagan olas. Es sólo un escándalo mediático –dicen que les dijo el político queretano, ex presidente de la Cámara de Diputados.
Más impresionados aún, decidieron quemar sus últimas naves.
–Gustavo, esto no va nada bien. Viene la aprobación del presupuesto de 2015 y la práctica de los moches es un escándalo. Nuestros alcaldes hacen fila, hablan con diputados de nuestro partido y comprometen moches para llevar recursos.
–¿Con quién específicamente? –les preguntó Madero, según la versión de esos diputados cuyo nombre por hoy mantenemos oculto.
–Específicamente el subcoordinador de nuestro grupo parlamentario, Jorge Villalobos. Tú lo conoces, un hombre non probo.
–Eso no es cierto. Déjenme investigar, pero no denigren a nuestro partido. Ustedes le deben el cargo al PAN y debieran estar agradecidos con la oportunidad que les dio de ser representantes populares.
–Sí, Gustavo –objetaron–, pero…
–Nada, nada. Yo les informo –y los despidió para no actuar…
O para proteger a su gran amigo Villalobos.
Luz del discurso y oscuridad del erario
Hoy recuerdan:
–Gustavo Madero nunca nos informó de investigaciones, mucho menos de resultados. Y menos aún de sanciones a quienes han desprestigiado a nuestro instituto político.
Estaban dolidos porque se sumaron muchas voces al alcalde de Celaya, Ismael Pérez Ordaz, con información precisa sobre cómo se conducía la bancada azul bajo su presidente Madero y su coordinador Anaya.
A la nota de la fecha:
“Ismael Pérez Ordaz, alcalde de Celaya, Guanajuato, aseguró que diputados del PAN le exigieron el pago de una comisión a cambio de la asignación de recursos para obras en su municipio…
“En reunión de cabildo, celebrada el 4 de noviembre de 2013, el alcalde panista dijo a los integrantes del gobierno municipal –pertenecientes a varios partidos– que en diciembre de 2012 acordó con legisladores del PAN recibir en el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2013 una partida de 160 millones de pesos a cambio de una comisión de 35%”.
¿Y a qué esta historia hoy?
Tiene actualidad porque el también diputado panista –sí, del partido de los moches– Jorge Triana pretende llevar la transparencia a la Cámara de Diputados a través de una iniciativa.
Se lo creerán quienes no conozcan la historia de Gustavo Madero y Ricardo Anaya aquí narrada con testimonios de sus propios actores.
Los patrimonios de Góngora y Serrano
1.- Más allá de bandera política como la usa el PAN y algunos de sus legisladores, varios candidatos sí han tomado la transparencia como base para su escrutinio y garantía de conducta en el gobierno.
El primer caso es el del priista Mauricio Góngora, quien en Quintana Roo ya suscribió los compromisos 3 de 3 y subirá a internet la lista de sus propiedades con datos de procedencia.
En Chihuahua Enrique Serrano presentó ante notario público y el Congreso del estado su declaración fiscal, su haber patrimonial y sus intereses.
Y 2.- a reserva de datos definitivos, hay unos preliminares sobre los efectos de mayores restricciones en el Hoy no Circula.
El Metro transportó ayer apenas la mitad de pasajeros adicionales a los de la emergencia de dos semanas atrás.
Entonces fueron 300 mil y ayer al comenzar la noche iban menos de 200 mil, aseguró el director del sistema, Jorge Gaviño.