Jesús Héctor Palma Salazar, alias El Güero Palma, no tiene cuentas judiciales pendientes en México.

 

El narcotraficante, quien llegó a ser uno de los principales aliados de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, quedará en libertad por “buena conducta” el 11 de junio próximo al cumplir una condena de 9 años de prisión en Estados Unidos.

 

De acuerdo con fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR), el sinaloense no tiene órdenes de aprehensión ni averiguaciones pendientes en México.

 

El Güero Palma, de 55 años de edad, se encuentra en el penal de alta seguridad de Atwater, en el norte de California.

 

Cuando salga no será entregado por las autoridades de Estados Unidos a las mexicanas para su detención y podría ser trasladado a la frontera mexicana para que goce sus derechos.

 

Sin embargo, se desconoce si existe algún acuerdo entre el delincuente y los estadunidenses para otorgarle su pre liberación a cambio de información o con permiso para quedarse en el país vecino.

 

El 9 de abril de 2007 fue extraditado a Estados Unidos donde lo requería un juez por diversos delitos relacionados con el tráfico de drogas y recibió sentencia de 16 años de cárcel.

 

El ex líder del Cártel de Sinaloa fue aprehendido por casualidad en Nayarit, en 1995, cuando el jet en el que viajaba, para dirigirse a una boda, se estrelló.

 

Tenía nueve órdenes de aprehensión y estuvo preso en el penal de máxima seguridad de Puente Grande en Jalisco, donde cumplió condena de siete años de cárcel por posesión de cocaína.

 

Palma Salazar inició su carrera criminal como lavacoches, luego se convirtió en sicario de Miguel Ángel Félix Gallardo, alias El Padrino.

 

Cuando fue capturado Félix Gallardo, entonces líder del Cártel de Guadalajara, El Güero se volvió en el principal aliado de El Chapo. Juntos formaron el Cártel de Sinaloa y combatieron al Cártel de los Arellano Félix.

 

En 1989, la esposa de Palma Salazar y dos de sus hijos fueron asesinados. A su cónyuge, Guadalupe Leija, la decapitaron en San Francisco, California, y le mandaron la cabeza a su casa. Dos semanas después, sus hijos Nataly y Héctor, de cuatro y cinco años de edad, fueron arrojados de un puente en Táchira, Venezuela. Los crímenes se le atribuyeron al venezolano Rafael Clavel Moreno, alias El Buen Mozo, quien fue asesinado en una cárcel de aquél país y también mataron a sus tres hijos, a tres cómplices, a cuatro familiares de los Arellano, supuestos autores intelectuales, y a su abogado.