A Petróleos Mexicanos (Pemex) le urge un rescate, aunque para obtener los recursos que le permitan aliviar su delicada situación financiera deberá llevar a cabo una reestructura con altos costos políticos: ajustar nuevamente el Contrato Colectivo de Trabajo, incrementar el número de despidos y reducir los privilegios sindicales, advierte la consultora Etellekt.
Además, la petrolera debe acelerar sus alianzas con el sector privado y concentrarse exclusivamente en exploración y producción, coinciden analistas.
La debilidad de los indicadores crediticios de la compañía y la perspectiva de que empeorarán conforme continúe financiando sus inversiones de capital con fuentes externas motivó la semana pasada que la calificadora Moody´s redujera su nota a un nivel previo al grado especulativo.
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En el contexto de la inyección de capital a la empresa, anunciada por el gobierno federal, el director de Etellekt, Rubén Salazar, es contundente: “Si Pemex no recibe un rescate, sería más barato comprar gas natural, gasolinas y sería más barato cerrar la empresa, porque Pemex gasta más en obtener el petróleo de lo que está sacando por las ventas”.
A finales del año pasado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregó 50 mil millones de pesos a la empresa para apoyarla con el pago de los pasivos laborales, aunque la dependencia se comprometió a entregar más de 180 mil millones de pesos.
La entrega de los restantes 130 mil millones de pesos, según el área de comunicación social de Pemex, está pendiente porque hace falta un trámite para comprobar el ahorro que hará la empresa con el nuevo esquema de pensiones que se negoció en noviembre del año pasado en el Contrato Colectivo de Trabajo que estará vigente los próximos dos años.
“Desde el propio gobierno federal hay ya observaciones en cuanto a la manera de gestionar los recursos en la empresa, que tiene que detonar profundas reformas (…) algunas de ellas con impactos políticos importantes”, señala el reporte de Etellekt “Ronda Uno ¿Un nuevo rescate en puerta?”.
“La propuesta que ha faltado para la recapitalización de la empresa es en tareas de exploración y producción que han quedado en el olvido desde el sexenio de Fox. Nosotros no vemos correcto que se mantenga la actual plantilla laboral, porque se ha reducido la productividad de la empresa”, precisó Rubén Salazar.
En este sentido, Ramsés Pech, especialista del sector energético de la consultora Caraiva y Asociados señaló que la solución para Pemex en el mediano plazo es concentrarse exclusivamente en exploración y producción: Los demás negocios son una distracción para la empresa, que debe centrar sus esfuerzos en las áreas que le dan mayor rendimiento, es decir, la extracción de petróleo.