Apenas el 27 de febrero pasado, la cabeza de Ignacio Ambriz, técnico del América, estaba a punto de ser cortada. Dos empates y una estrepitosa goleada, ante Tigres, habían puesto el trabajo del técnico emplumado bajo la lupa de la directiva y la presión de los aficionados, que empezaban a exigir un cambio en un equipo carente de explosividad.
Poco más de un mes después, Ambriz está más firme que nunca en su puesto. Tiene a su equipo instalado en la Final de la Concachampions, en busca del bicampeonato para la institución y que les dé una segunda oportunidad en el Mundial de Clubes de finales de año. Pero, lo más importante, es que están ubicados en el segundo lugar general de la tabla con 24 puntos, sólo tres menos que el líder, Monterrey, y una racha de cuatro triunfos en fila que, de un plumazo, alejaron los fantasmas de desempleo de un técnico que, desde su llegada al club, ha sido cuestionado por su personalidad introvertida, y más cuando dirige al equipo más mediático del futbol mexicano.
Pese a lo que se diga, los números respaldan cada paso de Ambriz en las Águilas. En el presente torneo sólo tiene dos derrotas, además de que cuenta con la segunda ofensiva más potente del certamen con 24 goles en 12 juegos. Números que ponen a Nacho con un porcentaje de efectividad de 67%, superior al 61% que llegó a tener Antonio Mohamed en la temporada que dirigió a los amarillos hacia el título, aunque aún lejano del 82% de efectividad que Miguel Piojo Herrera consiguió en el Apertura 2013.
Y precisamente en el camino de Ambriz se atraviesa Herrera, ahora timonel de Xolos, equipo que lucha todavía por mantenerse en puestos de Liguilla y que será el rival del América mañana en la cancha del Estadio Azteca. Así que esta será una buena prueba para que Ambriz empiece a corroborar que sus números no son casualidad y puede, pese a su personalidad, con el club más polémico del futbol mexicano.
Sambueza, entre algodones
El motor y líder de las Águilas, Rubens Sambueza, está en duda para alinear este sábado ante Xolos, toda vez que no se ha recuperado totalmente del golpe en la cabeza que sufrió a media semana, durante el juego de Concachampions ante Santos. El cuerpo médico americanista lo ha mantenido en observación y entrenando por separado para descartar cualquier lesión posterior.