VILA-REAL. El Villarreal se impuso hoy con justicia aunque sin alardes al Getafe en un partido que lanza a los castellonenses a por la cuarta plaza de la clasificación y deja muy tocado al conjunto madrileño en su lucha por la permanencia.
Un gol al cuarto de hora de Denis Suárez abrió el camino para los locales, que tras el partido del pasado jueves y el cansancio acumulado, decidieron esperar a su rival y bajar la intensidad.
Esa circunstancia y la falta de acierto en el remate permitieron al Getafe tener sus opciones, aunque nunca llegaron a inquietar de verdad. Al final un gol de Bakambu a falta de cinco minutos sentenció el partido.
Si los primeros 45 minutos destacaron por algo fue por la falta de intensidad y de ritmo en el partido. Tan solo por fases en el bando local, el equipo de Marcelino puso esa marcha más que tan buen fruto le dio contra el Sparta de Praga.
Fueron en esos momentos en los que entre Adrián, Castillejo y sobre todo Denis Suárez hicieron sufrir al Getafe. Una buena triangulación en la frontal del área, dejaba a Denis Suárez mano a mano con Guaita, y el centrocampista no desaprovechó para cruzar el balón lejos de su alcance.
El gol relajó todavía más a los amarillos, que decidieron esperar a su rival con la idea de aprovechar sus errores y buscar opciones al contragolpe.
El Getafe tuvo el balón y Sarabia y Pedro León comenzaron a generar posibilidades. No fueron ocasiones claras, pero en la última media hora fueron los madrileños los que remataron más y fue Asenjo el exigido. Tanto que el portero local tuvo que meter un par de manos buenas, para conjurar el peligro en su portería.
Los de Escribá lanzaron más córners, colgaron más balones y dispararon más veces, pero sin llegar a concretar.
El segundo tiempo contó con un Villarreal más metido y más intenso, lo que desde el principio les permitió generar más peligro y con más asiduidad.
Así, el equipo de Marcelino García Toral empezó a acumular ocasiones de gol y Mario Gaspar, en dos ocasiones, Adrián y Castillejo pudieron aumentar la ventaja local.
El Getafe tan solo llegaba a balón parado, y algún balón aislado permitía a los de Escribá acercarse al área. Y curiosamente en una de esas pudo haber llegado el empate, ya que un centro peligroso de Sarabia era rematado por Bruno a su portería, pero Asenjo muy rápido de reflejos salvó el autogol.
Esta jugada que espoleó a los de Marcelino que volvieron a meterse en el partido, llegando otra vez con asiduidad a las inmediaciones de Guaita si bien seguían sin el punto de mira afinado, ya que los remates no llegaban a obligar al portero visitante.
Pero a falta de cinco minutos y tras un remate de Mario en un córner, el balón quedaba muerto en la línea de gol y Bakambu remachaba la pelota para lograr el gol que sentenciaba el partido a seis minutos del final y certificaba el mayor dominio y control de los de Marcelino.