BERLÍN. De grabar con el móvil e emitir en las redes sociales, a hacerlo en emisoras de FM de varias ciudades alemanas; Refugee Radio Network (RRN), creada por y para refugiados, recopila historias, músicas y noticias mientras busca promover el respeto a los derechos humanos.
Esta radio, que escuchan, según estiman, cerca de 40 mil oyentes a diario, surgió a finales de 2014 en Hamburgo (Alemania), donde tres refugiados nigerianos decidieron autofinanciar el proyecto con un objetivo: dar voz a las vidas y las historias de las personas que cruzan las fronteras día tras día.
Uno de sus creadores es Larry Maculay, ingeniero y activista político nigeriano que abandonó su país y puso rumbo a Libia huyendo de la guerra.
El 27 de mayo de 2011 Larry llegó a Europa junto a otros mil 355 refugiados que, divididos en tres barcazas, habían emprendido días antes su viaje hacia Lampedusa (Italia), donde necesitaron del auxilio de lanchas patrulleras.
Allí estuvo dos años, el tiempo que necesitó para llevar a cabo los trámites de asilo. “La gente piensa que los refugiados somos gente pobre, terroristas o que les queremos quitar el trabajo, y no es así (…) La gente solo quiere salvarse”, explica Maculay a Efe.
Ya en Alemania, se cansó de escuchar en los medios tradicionales información “negativa” y “tóxica” sobre los solicitantes de asilo y, junto a dos amigos, vieron “la necesidad de crear una voz mediática alternativa que diese información real”.
Con esta premisa como bandera y bajo la intención de ayudar y asesorar a la comunidad de desplazados, Larry, junto a Asuquo Udo y Sammies Bones, decidieron crear “la primera radio para refugiados de gran alcance”, la RRN.
Lo hicieron con lo que tenían ahorrado, utilizando materiales de grabación básicos y teléfonos móviles y recurriendo a las redes sociales, como Facebook, Skype o Youtube, para difundir sus programas en inglés.
Y fueron creciendo. Entre otras, emiten ahora en frecuencias radiofónicas de Hamburgo, Berlín, Marburg y Stuttgart; y colaboran con desplazados de muchas partes del mundo -“voluntarios”-, por lo que también emiten reportajes grabados, por ejemplo, en Italia, Francia, Líbano o Australia.
Medios que en un primer momento se habían negado a ayudarles, ahora les llaman para cederles un espacio o colaborar con ellos, destaca Maculay.
Su programación fija es variada y se adapta muchas veces a los que les pide los oyentes.
La oferta radiofónica -desde músicas del mundo y entrevistas a programas infantiles, debates o relatos personales de refugiados- se ha ampliado con la emisión de un programa mensual de televisión en internet en el que durante sesenta minutos refugiados hablan de sus vivencias en sus países de origen y acogida.
Para ampliar sus círculos de oyentes, los creadores de RNN fueron conectando con los grupos de refugiados a través a las redes sociales, el clásico “boca a boca” y la asistencia y organización de eventos y charlas en universidades.
Uno de estos eventos fue el Taz.lab 16, una feria celebrada en Berlín la semana pasada bajo el título “¿Amigos o desconocidos?” en cuyo marco se organizaron conferencias y talleres entorno al tema de los refugiados.
“No nos gusta trabajar sentados en una silla, hay que moverse”, señala Maculay a la búsqueda de nuevos oyentes en la feria.
Para él y para muchos de sus compañeros, la situación política actual tiene dos claros responsables: los políticos y los electores.
“Los políticos no hacen nada, no quieren cambiar nada. Es una vergüenza que los europeos dejen que esto pase (…) Y todos se quejan de los políticos pero, ¿quién puso a los políticos al frente? La gente”, reflexiona.
En Alemania entraron el año pasado 1.1 millones de solicitantes de asilo y, aunque las cifras han bajado de forma drástica, en el primer trimestre han llegado al país 173 mil 707 peticionarios.
No hay una solución mágica, pero para Maculay es evidente que “la migración está aquí para quedarse. Ha estado siempre y más gente va a seguir viniendo”, por lo que RRN seguirá “concienciando, asesorando y ayudando” a quienes lleguen.